Hallan los restos de ciudad perdida en Colombia

30 octubre 2019
Noticias de Yucatán. 

La búsqueda de El Dorado obsesionó a los Conquistadores españoles durante siglos. En realidad, la mítica ciudad nunca existió. Fueron muchas las ciudades precolombinas que contribuyeron a alimentar la leyenda de un reino construido con oro macizo. Hoy se ha encontrado otra de estas ciudades perdidas.

La leyenda original de El Dorado se originó en torno a 1534, en plena campaña de Pizarro. El explorador Sebastián de Belalcázar capturó a un indio que le relató que el rey de su tribu se cubría todo el cuerpo con oro en polvo y se bañaba en una laguna para ofrecérselo a los dioses. La escena, y el hecho de que la región era rica en minas de oro alimentó la imaginación de todo tipo de aventureros, militares y soldados de fortuna. Hoy sabemos que el ritual original es propio de los indios Muiscas y que la famosa laguna en la que tenía lugar esa ofrenda probablemente fuera la Laguna de Garabita.

Con el paso de los años, la leyenda del Dorado se fue moviendo por toda Colombia y fueron muchos los pueblos de los que se sospechaba constructores de la mítica ciudad. Uno de esos pueblos fueron los Taironas que habitaban la sierra Nevada de Santa Marta. La ciudad recién descubierta pertenece precisamente a esta tribu.

Los Tairona eran grandes orfebres. Se cree que muchas de sus técnicas las aprendieron precisamente de los Muiscas. Una de estas técnicas consistía precisamente en un sofisticado método para chapar en oro objetos de otros metales. La voluptuosidad de los ornamentos que se lograban mediante esta técnica no tardó en llamar la atención de los conquistadores. Se cree que hoy apenas quedan 50.000 descendientes directos de los Taironas.

El Explorador Albert Lin y el arqueólogo Santiago Giraldo presentarán la ciudad en un nuevo documental de National Geographic que se estrenará en noviembre. El descubrimiento ha sido posible gracias a la tecnica conocida como Lidar. Lin y Giraldo han recorrido la región escaneando el suelo de la selva desde un helicóptero. El LIDAR permite ignorar la densa cúpula de vegetación de la selva y revelar la topografía del terreno. Una zona de unos 1.220 metros aplanada de forma artificial en una de las montañas les dio la pista que necesitaban para encontrar el asentamiento. Una expedición posterior por tierra ha permitido confiar el hallazgo, aunque las ruinas, como era de esperar, no están hechas de oro. El asentamiento está relativamente cerca de Ciudad Perdida, un conjunto arqueológico que hoy se cuenta entre los más visitados de Colombia.

Lin y Geraldo explican que hay indicios de otros seis asentamientos potenciales en la misma región, todos ellos de los Taironas. Incluso aunque no encontremos en ellos edificios de oro, seguro que están llenos de tesoros arqueológicos hechos de materiales más humildes pero igualmente preciosos. [Newsweek]


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