"No vamos a patear la lata ante la crisis del Isstey", secretaria de Gobierno

19 noviembre 2019
Noticias de Yucatán. 

Ante la inminente quiebra del Isstey, el gobernador Mauricio Vila Dosal anunció la decisión de tomar “el toro por los cuernos” y “no patear la lata”, como se ha hecho en el pasado reciente, confirma la secretaria general de gobierno, María Dolores Fritz Sierra.

En esta administración estamos resueltos a afrontar el problema del sistema estatal de pensiones, “pese al costo político que eso signifique”, añade.

Ayer publicamos que según la directora de ese organismo, María Isabel Rodríguez Heredia, el Isstey presenta un estado de “quiebra inminente”, lo que pone en riesgo a todos los pensionados sino se toman medidas urgentes. También dijo que este gobierno recibió una institución con “finanzas muy delicadas”, producto de una larga historia de mala administración y de un marco jurídico que ya no está de acuerdo con la realidad.

El problema es tan difícil, señaló la funcionaria, que las reservas líquidas del Isstey alcanzan únicamente para cubrir las pensiones hasta 2021. Luego de ese año, será necesario vender los terrenos del Fideicomiso de Ucú, aunque eso no sería una tarea fácil.

Periodistas de Grupo Megamedia conversaron con la directora del Isstey y con la secretaria de Gobierno en la Redacción del Diario sobre los problemas de ese organismo.

En la segunda entrega de esa conversación, la licenciada Fritz Sierra dice que una forma de afrontar el problema de ese instituto sería analizar detalladamente la posibilidad de hacer cambios en la ley de pensiones, con la aprobación del sindicato de trabajadores y del Congreso.

Problema

En este sentido, afirma, “hay que reconocer la decisión del gobernador de tomar ‘el toro por los cuernos’ y no ‘patear la lata’, como se dice vulgarmente”.

Explica que de acuerdo con un estudio actuarial que encargaron recientemente, el actual gobierno podría también “patear la lata” y brincar el problema (vendiendo algunos terrenos de la reserva de tierras del instituto), pero en el año 2024 ya no habría dinero para pagar las pensiones.

“Es un problema, en verdad, preocupante”, señala la funcionaria.

“Se necesitan hacer cambios para que esto no continúe y ya no se pueda seguir ‘pateando la lata’. Nuestra responsabilidad es garantizar a los casi 40 mil derechohabientes y a los 5,800 jubilados que podrán seguir gozando de sus pensiones por el resto de su vida. En eso tenemos que enfocarnos”, afirma la secretaria de Gobierno.

Coraje

Por su parte la directora del Isstey dice: “Entiendo que el costo político de tomar una decisión responsable sobre los problemas del instituto no es fácil, no son cambios que puedan resultar amigables para la gente, pero son cambios necesarios y se requiere de mucha fuerza, de mucha entereza y de mucho coraje para hacerlos”.

La funcionaria explica que la estrategia para enfrentar la crisis del Isstey tiene tres puntos: el primero, ya se dio con la disposición del gobierno de Vila Dosal de encarar el problema.

El segundo, es “ponernos de acuerdo de la mejor manera con los sindicatos, porque ellos representan a la gente” y finalmente, el tercer punto, es pasar la propuesta al Congreso “con lo que se resolvería el tema”.

¿Pero específicamente en qué cambios están pensando?, pregunta el Diario.

Lo primero que hay que decir, responde María Isabel Rodríguez Heredia, “es que para impulsar cambios de fondo al sistema de pensiones es necesario modificar la ley o crear una nueva”.

“Se trata de hacer cambios que ya se han adoptado en diferentes estados de la República y que tienen que hacerse dentro de un marco jurídico”.

El Diario preguntó a las funcionarias si estos cambios implicarían hacer modificaciones a la edad de la jubilación o al monto de las cuotas, pero ambas respondieron que se están valorando distintas opciones y que, en todo caso, los cambios serán paulatinos.

Cambios

Los puntos los estamos discutiendo con los actuarios y por eso no me gustaría salir a asustar a la gente, dice María Isabel Rodríguez.

Lo que sí puedo adelantar, agrega, es que será diferente el tratamiento que se le dará a una persona ya jubilada de la que está en transición.

“Los 5,800 jubilados registrados tienen sus derechos garantizados, porque la ley no es retroactiva y los cambios no les afectarían”, afirma, “pero donde se tienen que tomar medidas justas y necesarias será con las nuevas generaciones de trabajadores”.

Con  información de Megamedia.

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