Los especialistas intentaban cambiar las baterías de un
collar de radio que llevaba puesto un oso negro al que estaban
monitoreando. El incidente ocurrió el pasado mes de febrero, cuando un grupo de
especialistas liderado por el biólogo de vida silvestre Wes Larson, de la
Universidad Brigham Young de Utah.
La intención de este dispositivo es para reducir
el número de enfrentamientos entre osos y humanos y para poder cambiar la
batería, los especialistas planeaban ponerle una inyección tranquilizante
al animal.
El fotógrafo de la expedición mencionó que la cueva era
muy estrecha y sin pensarlo se metieron y poco después se llevarían este
terrible susto, el cual hizo que salieran rápidamente de la cueva, ya que el
oso al que le habían puesto el collar hace un año y medio pesaba ahora
cerca de 160 kg.
Sin embargo, el biólogo logró ponerle una inyección
para tranquilizar al oso y gracias a una segunda inyección el animal quedó
profundamente dormido. Cabe recalcar que el oso despertó con normalidad y
volvió a sus actividades habituales en el parque nacional del Cañón Bryce, en
Utah.
Con información de RT
It would have been a routine taskâif the 350-pound bear had been sleeping soundly https://t.co/saJMJJUJac
— National Geographic (@NatGeo) November 1, 2019