La Justicia argentina condenó a diez años de
prisión al expediatra del Hospital Garrahan, Ricardo Russo, tras
hallarlo culpable por el delito de producción, tenencia y distribución de
material infantil, además de inhabilitarlo a ejercer la medicina de por
vida.
Según medios locales, Russo, de 57 años, fue
acusado de haber distribuido al menos 336 videos de explotación
sexual infantil desde su computadora personal. También se lo inculpó
por haber producido cinco sesiones fotográficas de niñas exhibiendo sus
genitales, a lo que se suman 220 imágenes tomadas a chicos en lugares públicos
y haciendo foco en la zona íntima.
El profesional había sido detenido el pasado 28 de mayo
en el estacionamiento del Hospital infantil Juan Pedro Garrahan, de la Ciudad
de Buenos Aires —donde cumplía funciones como jefe de Reumatología e
Inmunología—, tras una investigación de seis meses que incluyó la participación
de autoridades de EE.UU. y Brasil. En la computadora del consultorio de Russo
también se hallaron imágenes de dos niñas desnudas, a las que él se excusó
de retratar con "fines médicos".
El criminal rechazó todos los cargos que se le imputaron —incluso
el propio hospital donde trabajaba se presentó como denunciante—, y mantuvo la
misma postura ante el Tribunal de Justicia. Fue así que el día lunes,
durante la última audiencia ante el juez, se declaró "inocente".
Ante las acusaciones por tenencia y distribución de material
con contenido explicito de menores, el expediatra alegó que desconocía la
existencia de los mismos en su computadora y que los archivos habían sido
descargados por "error". También aseguró que los mismos se
enviaron por un "descuido" en el programa 'Emule' (de transferencias
de documentos y videos).
"Automáticamente transmitió el material que yo
había borrado y tenía en la papelera de reciclaje", puntualizó. Del mismo
modo, el especialista se refirió a las imágenes de las niñas encontradas en el
equipo de su consultorio: "Eran de trabajo, profesionales y con el
consentimiento de sus padres", precisó.
Sin embargo, el juez a cargo del caso, Gonzalo Rúa, desoyó los alegatos del imputado y confirmó que "cada imagen es un abuso de menores". Asimismo, descartó que la descarga de fotos y videos por parte de Russo se haya tratado de un error: "Usted sí sabía que bajaba archivos de abuso infantil", aseveró el magistrado al acusado, tras confirmar la condena.