La mayoría de los moretones se forman cuando los vasos
sanguíneos pequeños que se encuentran cerca de la superficie de la piel se
rompen por el impacto de un golpe o de una lesión, por lo general, en los
brazos o en las piernas.
Sin embargo, si por cualquier golpe pequeño o incluso sólo
por tocar la piel se te forma uno es señal de que algo anda mal con tu salud y
también si se aparecen con demasiada frecuencia.
En caso de que se presente esta situación debes poner
atención pues puede haber detrás padecimientos más graves como:
Diabetes
Esta enfermedad ataca al cuerpo más allá de los niveles de
azúcar en la sangre, ya que también pueden alterar la circulación, lo que hace
más común que se presenten hematomas.
Si no es tratada a tiempo podría causar la muerte, aunque sí
existe un tratamiento que controla esta enfermedad.
Entre los síntomas están moretones, sed excesiva, visión
borrosa, fatiga y dificultad para combatir infecciones.
Lupus
El lupus es una de las enfermedades más silenciosas, porque
se puede confundir con otros males.
Este padecimiento es autoinmunitario crónico y puede afectar
las articulaciones, piel, cerebro, pulmones, riñones y vasos sanguíneos.
Si no es tratada a tiempo podría causar la muerte, aunque sí
existe un tratamiento que controlar la enfermedad.
Entre los síntomas está dolor o hinchazón en las
articulaciones, dolor muscular, fiebre sin causa conocida, erupciones rojas en
la piel, generalmente en la cara y en forma de mariposa.
Dolor en el pecho al respirar en forma profunda, pérdida de
cabello, dedos de las manos o pies pálidos o de color púrpura, sensibilidad al
sol, hinchazón en las piernas o alrededor de los ojos.
También, facilidad para que salgan hematomas, úlceras en la
boca, glándulas inflamadas y cansancio extremo
Enfermedad de Von Willebrand
Este es un trastorno hemorrágico de por vida que provoca que
la sangre no coagule bien.
Hay que destacar que la mayoría de personas que padecen esta
enfermedad nacen con ella, aunque en algunos casos podría presentarse años
después.
Dicho padecimiento no tiene cura, aunque sí existe un
tratamiento que controla la enfermedad.
Entre los síntomas está tendencia a la formación de
hematomas o hematomas abultados, sangrado excesivo por una lesión o después de
una cirugía, o un arreglo dental.
Asimismo, sangrado nasal que no se detiene en menos de 10
minutos, sangrado menstrual abundante o prolongado y sangre en la orina o en
las heces.
Recuerda que no por cumplir un síntoma de los mencionados
quiere decir automáticamente que padeces una de estas enfermedades, acude al
doctor y cuida tu salud.
Fuente: Sipse