El cruel feminicidio de Ingrid Escamilla a manos de su esposo, Erick Francisco Robledo, ha generado indignación en México y en todo el mundo, por el modo en que se perpetró. La joven fue desollada por su pareja, quien luego intentó deshacerse de sus restos arrojándolos por el drenaje.
La joven víctima de feminicidio, quien fuera abandonada por su madre junto a sus hermanas de acuerdo a medios locales, era una amante de los animales y se mostraba muy feliz en su cuenta de Instagram; asimismo, se conoció que tenía una pasión por los viajes.
En un acto inusual, la red social decidió eliminar y sancionar la cuenta de Ingrid Escamilla, pues sus fotos recibían cientos de comentarios por parte de los usuarios de Instagram.
Sin embargo, en 2019, la mujer de 25 años publicó una foto con un enigmático mensaje que podría indicar un posible maltrato. ‘Claro que tengo alma, el que un ciego como tú no la sepa ver no significa que no la tenga’, se puede leer en la descripción de la foto.
Este post de Escamilla pudo haber sido una señal de alerta para saber de los abusos que recibía por parte de su esposo, quien terminó asesinándola cruelmente.
Colectivos se hacen presentes
El colectivo ‘Feminismo para todas’, a través de sus cuentas en redes sociales, hizo un llamado a la población al hacer pública la “Marcha luctuosa: exigimos justicia para Ingrid y para todas". Este evento se desarrolló el viernes 14 de febrero, Día de San Valentín.
Según las investigaciones, Ingrid Escamilla presentó una denuncia por violencia familiar en el 2019 ante la Fiscalía de los Juzgados de los Familiar. Según Escamilla, su pareja Erick Francisco le provocó lesiones unos siete meses atrás. También hubo testigos de la relación conflictiva que vivía con su pareja.
Difusión de imágenes y videos del crimen podría afectar la investigación
En los últimos días las expertas en materia jurídica conocidas como ‘Abogadas con Glitter’ han anunciado que la propagación de las fotos y videos relacionados al feminicidio podría generar que el autor de tan horrendo caso reciba una pena menor a la que merece, o incluso pueda quedar en libertad.
“En otros casos, ha ocurrido que al divulgar esta información se desvirtúan como elementos probatorios, y estas inconsistencias pueden violar el debido proceso y tirar una vinculación a proceso, aunque el señalado sea confeso” expresó el colectivo.
Además, aseguraron que no sólo las personas que registraron el material tienen responsabilidad sobre el hecho, sino también todos aquellos usuarios que lo compartieron a través de redes sociales, ya que atentaron contra la dignidad de Ingrid Escamilla.