El nuevo coronavirus (COVID-19) se elimina en las heces de las personas infectadas, lo que puede ayudar a explicar por qué se propaga tan rápido, según han dicho investigadores chinos.
El hallazgo de partículas de virus vivas en muestras de heces indica una ruta fecal-oral para el coronavirus, lo que podría ser la razón por la cual ha causado brotes en cruceros con una intensidad que a menudo se observa con el norovirus, el cual provoca problemas gástricos y que también se contagia por esa vía. Se confirmaron más de 600 infecciones de COVID-19 entre los pasajeros y la tripulación a bordo del Diamond Princess, el barco en cuarentena durante dos semanas en Yokohama, Japón.
“Este virus tiene muchas vías de transmisión, lo que puede explicar parcialmente” su rápida propagación, dijo el Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades en un comunicado el sábado.
La agencia recomienda fortalecer las medidas de saneamiento e higiene para prevenir la transmisión fecal-oral en el área epidémica. Estas incluyen beber agua hervida, evitar comer alimentos crudos, adoptar sistemas de comidas separados, lavarse las manos con frecuencia, desinfectar inodoros y prevenir la contaminación del agua y los alimentos con las heces de los pacientes.
“El virus también se puede transmitir a través de una posible ruta fecal-oral”, indicaron los CDC chinos. “Esto significa que las muestras de heces pueden contaminar las manos, la comida, el agua” y causar infección cuando los microbios entran en la boca o los ojos, o se inhalan, detallaron.
Pruebas rectales
Las pruebas rectales pueden detectar el virus que causa la neumonía en los pacientes, incluso cuando otras pruebas orales convencionales son negativas, según explicaron los médicos del Hospital Pulmonar de Wuhan en el centro de China en un estudio.
El nuevo coronavirus, similar al SARS, se encontró en hisopos orales y anales, y en sangre, lo que indica que los pacientes infectados pueden eliminar el patógeno a través de vías respiratorias, fecales-orales o fluidos corporales, añadieron los autores.
Demostraron que la estrategia actual para detectar ARN viral en los hisopos orales utilizados para diagnosticar casos de COVID-19 “no es perfecta”. Señalaron que los pacientes pueden tener el virus en el intestino en una etapa temprana o tardía de la enfermedad, y que se debe considerar un análisis de sangre para detectar anticuerpos contra el virus a fin de comprender mejor los patrones de infección.
Los coronavirus COVID-19 o el causante del SARS, o síndrome respiratorio agudo severo, se adhieren a los mismos receptores proteicos con forma distintiva que los expresados en pulmones e intestinos, convirtiendo a estos órganos en los objetivos principales de ambos virus, dijo Fang Li, profesor asociado de ciencias veterinarias y biomédicas de la Universidad de Minnesota, el mes pasado.
Amoy Gardens
La propagación por aire del virus que emanaba de un paciente de SARS con diarrea estuvo implicada posiblemente en cientos de casos del complejo de viviendas Amoy Gardens en Hong Kong en 2003.
Ello llevó a los investigadores de la ciudad a comprender la importancia de la propagación del virus a través del tracto gastrointestinal y a reconocer tanto la limitación de las máscaras faciales como la importancia de la limpieza y la higiene, según John Nicholls, profesor clínico de patología en la Universidad de Hong Kong.
Las letrinas en cuclillas, comunes en China, que carecen de cubiertas, y manos que no se lavan bien con agua y jabón después de ir al baño, podrían ser una fuente de transmisión del virus, apuntó Nicholls, quien formó parte del equipo de investigación que aisló y estudió las características del SARS.