Ante la pandemia del coronavirus Covid-19, con fuertes golpes a la economía, las marcas que se especializan en la venta física del metal precioso no dan abasto con los pedidos.
Esto a tal grado que los clientes con prisa podrían enfrentarse a dificultades en obtener lingotes, al menos a corto plazo.
Alessandro Soldati, director de Gold Avenue, el distribuidor oficial del grupo Pamp, líder mundial en metales preciosos, señaló a la AFP:
"El teléfono no para de sonar y los pedidos se han disparado".
Tan solo en tres semanas, con la propagación de la pandemia de coronavirus, la empresa rebasó el número de ventas realizadas en el último trimestre de 2019.
La mayoría de los pedidos se realizan en línea, "tenemos todas las herramientas para satisfacer esta creciente demanda", afirma el presidente de la junta directiva de la empresa, con sede en Suiza, Omar Liess.
Por ahora, la principal dificultad es la logística para garantizar las entregas debido a que muchos vuelos han sido cancelados. No obstante, los clientes cuenta con la posibilidad de guardar las monedas y lingotes en cajas fuertes dado que las compañías especializadas en la venta de oro acostumbran a brindar soluciones de almacenamiento.
Los que prefieren guardar el metal amarillo en casa deberán tener mucha paciencia.
“Debido al volumen de pedidos, hay que contar con plazos de envío de más de 15 días hábiles”, advierte en su página web la empresa JM Bullion, con sede en Estados Unidos.
El coronavirus ha obligado el cierre de las minas y refinerías
Esta fuerte demanda "tiene un impacto positivo (para la empresa), pero también negativo, con retrasos en las entregas en el Reino Unido", aclaró a la AFP Liam Sheasby, encargado de marketing y medios de comunicación de BullionByPost.
Por ahora no hay escasez de oro, con la excepción de las monedas que recientemente fueron acuñadas, que es imposible de hallar desde hace 48 horas y cuya existencia es "limitada" en comparación con otros productos más caros.