Con motivo de la epidemia mundial del coronavirus Covid-19,
el papa Francisco, impartió la bendición Urbi et Orbi (a la Ciudad y al Mundo),
desde una solitaria Plaza de San Pedro en el Vaticano, la cual fue transmitida
a través de las redes sociales de la Iglesia Católica de México.
“Señor, bendice al mundo… nos pides que no tengamos temor
pero nuestra fe es débil y tenemos miedo; pero Tú Señor no nos abandones en la
tormenta. Nosotros descargamos en ti todo nuestro agobio, porque sabemos que tú
nos cuidas”, indicó en su mensaje el jerarca católico.
Aunque la bendición Urbi et Orbi la imparte el jerarca
católico sólo en Navidad y Pascua, ahora la realizó de manera excepcional para
todos los enfermos de Covid-19 y para todas las personas, particularmente para
médicos y enfermeras que atienden la epidemia.
El Papa impartió la bendición en una solitaria Plaza de San
Pedro, en medio de una pertinaz lluvia, pero transmitida al mundo entero a
través de las redes sociales de la conferencias episcopales de cada país.
“Parece que todo se ha oscurecido… esta tormenta palpita en
el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos
asustados y perdidos, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa”, dijo
el Papa.
En su mensaje, Francisco hizo un reconocimiento a todas
aquellas personas que desde el servicio humilde y sencillo han puesto el
balance positivo en medio de la pandemia:
“No es el momento de Tu Juicio sino el de nuestro juicio.
Para separar lo que es necesario de lo que no es. Es tiempo de restablecer el
rumbo de la vida hacia tí Señor y hacia los demás. Y podemos mirar a tantos
compañeros de viaje que son ejemplares que ante el miedo han donado la propia
vida”, indicó.
Finalmente, el Papa rezó ante el ícono de la Virgen María
Salus Populi Romani (Salud del Pueblo Romano) y el Crucifijo de San Marcelo; y
ante el Santísimo Sacramento.
“…Misereatur vestri omnipotens Deus et dimissis peccatis vestris omnibus, perducat vos Iesus Christus ad vitam æternam (Dios Todopoderoso tenga misericordia de ustedes y, perdonados todos sus pecados, les conduzca por Jesucristo hasta la vida eterna”, dijo el jerarca de la Iglesia católica.
Fuente: Excelsior