La contingencia contra el coronavirus sigue impactando los diferentes sectores productivos de Yucatán, uno de ellos es la industria de la construcción que padece una desaceleración económica que pone en riesgo la subsistencia de la planta laborar en nuestro estado.
Yucatán acarrea una desaceleración heredada de 2019, por lo que hoy la participación privada es necesaria para fomentar la obra pública, ya que la derrama económica del sector de la construcción también permea a otras ramas productivas.
Estas reflexiones han llevado a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) Yucatán a puntualizar que es vital la inversión extraordinaria con recursos no considerados que ayudarían a devolver el flujo y la liquidez a las familias y a las empresas yucatecas.
El presidente de la CMIC, el ingeniero Raúl Aguilar Baqueiro, pide a los gobiernos estatal y municipal que al concluir la contingencia contra el Covid-19, establezcan un programa de inversión extraordinaria que permita a ese sector salir de la desaceleración económica.
Pide plantear propuestas para continuar y/o aumentar los recursos para la obra pública y con ello mantener la planta laborar en Yucatán, sin dejar de reconocer que los sectores hotelero y turístico requieren prioridad ante esta emergencia.
Pide dimensionar el valor de la construcción en la obra pública y privada que genera unos 12,000 millones de pesos anuales, lo que la convierte en el segmento con mayor derrama económica en el estado.
Preservar la salud es prioritario
Los socios del CMIC están conscientes que pese a las terribles afectaciones económicas causadas por la pandemia, lo primero que prevalece es cuidar la salud de todos los habitantes de la entidad, coincidiendo con representantes de todos los sectores de la iniciativa privada.
Dijo que al inicio de la contingencia los integrantes de la CMIC solicitaron una serie de acciones y propuestas para dar liquidez y flujo a la economía, una vez que esta termine.
Comentó que solicitaron se agilicen los procesos de licitación de todos los recursos de 2020 considerados para la inversión de obra pública. También, establecer un programa de inversión extraordinaria y viable, que demande la propia sociedad, para acelerar los que sean de interés prioritario, y fomentar la participación privada en proyectos de infraestructura pública.
Explicó que si se adelantan las licitaciones correspondientes a 2020, según el plan de obras contempladas en los presupuestos federal, estatal y municipal, los recurso se ejercerían todo el año, lo que ayudaría a detonar la corriente de capital y dinero en la industria de la construcción.
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