Una rumba clandestina en Bogotá terminó con 41 jóvenes capturados y enfrentando cargos por violar la cuarentena nacional que les podrían dar hasta 8 años de prisión.
Así lo confirmó el juzgado 72 de control de garantías de la capital al oficializar la imputación de cargos a los 23 hombres y 18 mujeres -algunas menores de edad- que el pasado 20 de abril participaron de una fiesta ilegal que al parecer duró por varios días.
Los hechos se presentaron en una casa hotel ubicada en Usaquén, un barrio del norte de Bogotá, un establecimiento turístico que no contaba con todos sus documentos en regla, por lo que tampoco estaba cumpliendo con todas las disposiciones de la cuarentena.
Hasta allí llegó la policía, que allanó el lugar y encontró botellas de licor, cocaína y marihuana. La fiesta habría comenzado desde el viernes 17 de abril.
Usaquén es una de las localidades de Bogotá con mayor número de casos positivos por coronavirus, solo superada por Suba, una de las más pobladas. Además, fue allí donde se reportó el primer caso confirmado en la capital.
Antes de ser trasladados a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) -donde son retenidas las personas que esperan se les oficialice su detención o captura- cada uno de los fiesteros fue sometido a un chequeo médico para asegurarse de que no presentaran síntomas asociados al Covid-19.
Los imputados son en su mayoría jóvenes, los cuales no solo violaron varias reglas decretadas en la emergencia nacional, como la cuarentena generalizada y la prohibición a sostener reuniones de más de 20 personas -esta última establecida por la Alcaldía de Bogotá- sino que se encontraban consumiendo sustancias alucinógenas, lo que podría agravar su situación judicial.
A ellos les fueron imputados los delitos de “fraude por resolución administrativa y violación de medidas sanitarias”, el cual está delimitado en el artículo 368 del Código Penal colombiano así: “el que viole medida sanitaria adoptada por la autoridad competente para impedir la propagación de una epidemia, incurrirá en prisión de cuatro a ocho años”.
Además se les impusieron comparendos administrativos que implican una multa de 936.320 pesos (USD 230).
Según las autoridades este no es el único evento de este tipo que se ha descubierto en Bogotá, donde se reportan por lo menos 11 de estas fiestas ilegales que han tenido que ser intervenidas por la policía. Razón por la que anunciaron un fortalecimiento de los controles para estas rumbas clandestinas y por la que los jóvenes sorprendidos violando la cuarentena en esta última podrían enfrentar serias consecuencias.
