Madrid, España.- El Ayuntamiento de la localidad valenciana de Buñol, este de España, tomó la decisión de cancelar la celebración de la Tomatina, un hecho que no sucedía desde 1957, en ese entonces por motivos polítivos, en un ejercicio de responsabilidad ante la crisis sanitaria por el coronavirus Covid-19.
La alcaldesa de Buñol, Juncal Carrascosa, explicó que “no se le escapa a nadie lo difícil que resultaría organizar nuestra fiesta más internacional en estas condiciones donde no se podría garantizar las condiciones óptimas de control sanitario para los participantes”.
La concejal encargada de la organización de este evento de carácter internacional, María Vallés, afirmó que se está trabajando en diferentes iniciativas para que esta fiesta continúe vigente y de actualidad pese a la anómala situación en la que se ven inmersa la sociedad.
“Por ello, desde el Consistorio se está trabajando en una línea de comunicación para seguir mostrando una imagen positiva, cohesionada y esperanzadora tanto de la Tomatina como de la gestión de la pandemia que está realizando el Ayuntamiento de Buñol”.
De hecho, se está trabajando para que La Tomatina 2021 se celebre con total normalidad, porque “tenemos en todo momento que mirar hacia el futuro, con la certeza de que todo esto pasará. Nos ha tocado vivir una situación compleja que no se había producido hasta el momento y le estamos haciendo frente, con el espíritu que lleva implícita la propia fiesta, batallando de forma pacífica para vencer al virus”.
La Tomatina” de Buñol que, tradicionalmente, se celebra el último miércoles del mes de agosto es una de las fiestas más conocidas y que reciben más visitantes en el país.
Siendo una fiesta popular que año tras año atraía a un mayor número de visitantes, la organización del evento decidió, a partir de 2013, vender las entradas y poner tope a los visitantes hasta los 22 mil, para evitar aglomeraciones.
Esta fiesta tiene su origen en 1945, cuando un grupo de jóvenes asistió a una marcha de “gigantes y cabezudos” en el pueblo y uno de ellos, por la euforia estival, cayó al suelo.
Debido al enfado, y con un puesto de verduras próximo, se lió a tomatazos con todo las personas de su alrededor. Así nació “La Tomatina”.
El siguiente año tras ese altercado, y debido a la dimensión que suscitó la guerra de tomates del curso anterior, se repitió el enfrentamiento. En este caso, de carácter lúdico.
Aunque la fiesta adquiriera gran expectación los años posteriores, no fue legalizada hasta finales de los años 50.
Fue en 1980 cuando el ayuntamiento comenzó a suministrar los tomates a los participantes y desde agosto de 2002 el evento es declarado Fiesta Turístico Internacional por la Secretaría General de Turismo.
Por Adela Mac Swiney González