A casi un mes de que se suspendiera la producción de cerveza en México, la cadena productiva cebada-malta-cerveza continúa en la incertidumbre debido a que el gobierno federal no le ha otorgado de manera formal el reconocimiento como agroindustria y con ello ser considerada como actividad esencial para la economía, y seguir operando de manera normal ante la contingencia sanitaria por el covid-19, como ocurre en Estados Unidos y Europa.
Fue el pasado 10 de abril cuando el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, reiteró que la fabricación de cerveza no es considerada una actividad esencial, por lo que la reanudación de sus actividades no está permitida, aún cuando días antes la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) envió a la Cámara de la Industria Cervecera un oficio en el que se invitó a sus integrantes a reanudar sus actividades de fabricación y comercialización en el país debido a su importancia para el campo.
Fue el 31 de marzo cuando el gobierno federal declaró emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor, suspendiendo todas las actividades no esenciales en todo el país, entre ellas la producción de bebidas alcohólicas. Tras el anuncio Heineken, Grupo Modelo y Constellation Brands anunciaron paros definitivos o parciales en sus producción y distribución, además de haber reconvertido algunas de sus líneas de producción para la elaboración de gel antibacterial.
Cabe mencionar que las cerveceras son de las industrias que más empleos directos e indirectos generan en el mundo, como por ejemplo Heineken International que desde 2015 es propietaria de más de 165 fábricas de cerveza en más de 70 países. La empresa cervecera holandesa cuenta, a día de hoy, con unos 76 mil empleados.
De acuerdo con el Diario Oficial de la Federación (DOF), durante la contingencia sólo pueden seguir operando instituciones y empresas cuyas actividades sean necesarias para atender emergencias médicas, seguridad pública y todas aquellas actividades esenciales para el funcionamiento de la economía, entre las que destaca la agrodindustria, de ahí que los cerveceros insistan en ser considerados dentro de ese rubro como sí lo son los productores de tequila.
Aunque la agroindustria de la cerveza ha sido considerada una actividad esencial en Estados Unidos y Europa, en México este sector, que genera alrededor de 55 mil empleos directos y 550 mil indirectos, se encuentra en la incertidumbre sobre sus operaciones.
Industria cervecera
El sector de la cerveza es el más importante dentro de la actividad agroindustrial en México. Su exportación representa alrededor del 25% de las exportaciones agroindustriales del país, con un valor de 4,288 millones de dólares en 2018.
Agricultores afectados
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) estima que la producción mundial de cebada en el periodo 2019/2020 alcanzará los 155.87 millones de toneladas. Se espera que México cuente con una producción por 1 millón 10 mil toneladas.
Guanajuato es el mayor productor de cebada del país, con 37 por ciento del mercado; detrás se encuentra Hidalgo, con 25 por ciento de la producción; Tlaxcala, con 10 por ciento; y Puebla y Estado de México con 8 y 6 por ciento de la producción nacional, respectivamente.
La dirección general de Fomento a la Agricultura, de Sader, estima que las regiones productoras de cebada ya tenían contratadas más de 180 mil toneladas de cebada, por cerca de mil millones de pesos.
La contingencia por el coronavirus se presentó en el ciclo de acopio de cosecha Otoño Invierno 2019-20 y las negociaciones de contratación y siembra del ciclo Primavera-Verano 2020.
De acuerdo con las últimas cifras de la cámara de la industria, Cerveceros de México, durante 2018 la producción de cerveza nacional fue de 120 millones de hectolitros, lo que significó un crecimiento de 9.0 por ciento en comparación con las cifras del año anterior. De esa cifra, 40 millones de hectolitros se exportaron, un crecimiento de 19 por ciento respecto a 2017.
Organismos como la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) también han manifestado su preocupación por las afectaciones a los ingresos de sus agremiados con la medida, sin embargo las autoridades sanitarias aún no han definido el rumbo de la industria que paró desde el pasado 5 de abril.
