La enfermedad COVID-19 que ha causado miles de muertes y más de un millón de infectados en el mundo ha causado secuelas emocionales terribles. La gente suele sentirse en un estado de indefensión ante el virus del que se conoce muy poco y que podría infectar a cualuquiera.
Además de la enfermedad, el coronavirus está dejando una estela de incertidumbre ante una posible y severa crisis económica mundial. De acuerdo a una encuesta realizada por Kaiser Family Foundation divulgada el jueves reveló que tan sólo en Estados Unidos la mita de la población ha sido afectada en su salud mental.
Sonya Lott, psicóloga de Estados Unidos indicó que "la gente está experimentando niveles muy altos de ansiedad". Esto derivado del del miedo a lo desconocido ya que nunca se había experimentado una situación similar.
Lot cree que el miedo que sienten los estadounidenses es similar al que se experimentó durante los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Las cifras estimadas por la Organización Mundial de la Salud indican que el número de infectados en el mundo ronda en el millón y las muertes goblales en los 53 mil.
Cómo hacerle frente
"Uno de los principios básicos sobre cómo manejar su salud mental en una crisis como esta es asegurarse de atender a sus propias necesidades básicas: hacer pausas, descansar y dormir, nutrirse de forma adecuada, hacer ejercicio y tener compasión tanto por usted mismo como por los demás", señaló el Dr. Itai Danovitch, presidente del departamento de psiquiatría y neurociencias conductuales de Cedars-Sinai, en Los Ángeles.
Danovitch sugirió crear un horario diario con periodos distintos para trabajar, relajarse, jugar y comer.
"Ayuda a asegurar que la preocupación no consuma al día, porque nuestro miedo y nuestras preocupaciones, cuando no los controlamos, pueden a veces tener el efecto de adueñarse de las demás actividades", comentó Danovitch.
Dijo que es importante reconocer sus emociones: no hay nada de malo con preocuparse y tener miedo.