Dos días después del Día del Niño, “El Orejas” habría matado a Nico para robarle sus tenis nuevos, por lo que agentes lo detuvieron y entre sus pertenencias le encontraron el calzado.
El 2 de mayo, Nico y su papá adquirieron los tenis en un tianguis de la colonia Ciudad Cuauhtémoc, donde vivían; cuando regresaron a casa el pequeño —de 13 años— salió a visitar a su abuela para mostrárselos, pero nunca llegó.
En el camino se encontró con Manuel Alejandro, “El Orejas”, a quien aparentemente conocía, y éste se lo llevó hasta un tiradero de basura en la colonia Lomas de Tecámac, donde dos días después fue hallado sin vida.
El pequeño, quien vendía globos para ayudar a su familia, presentaba dos heridas de arma blanca y golpes, además ya no tenía los tenis.
“En el lugar donde pernoctaba el detenido, muy cerca del sitio donde fue hallado el cuerpo del menor, fueron encontrados los tenis que le habría robado”, informó la FGJEM.
Testigos dijeron que ese sábado vieron a Nico en compañía del detenido, por ello un juez obsequió una orden de aprehensión. Agentes lo ingresaron al penal de Ecatepec como el principal sospechoso.
ASÍ SUCEDIÓ
El pasado sábado 2 de mayo, Nicolás salió de su casa para presumirle sus tenis nuevos a su abuela, justo antes de desaparecer.
Dos días después, el menor de 13 años fue hallado muerto y presentaba signos de violencia; el miércoles 7 de mayo, su familia veló su cuerpo en un domicilio de la colonia Ciudad Cuauhtémoc en ese municipio del Estado de México.
Ese día por la mañana, el niño y su padre fueron por su par de tenis a un tianguis de la Sección Moctezuma, cuando regresaron a casa Nico no dudo en acudir con su abuela materna. Esa sería la última vez que lo verían vivo.
“Mi mamá ya está grande, está enferma, mi niño siempre iba a verla (…) se puso sus tenis nuevos y dijo que iba a ir con su abuelita a enseñárselos, mi mamá vive a dos calles”, narró su mamá, Rebeca.
Las horas pasaron, pero Nico nunca volvió. Pese a que la FGJEM emitió la Alerta Amber, los restos del menor fueron localizados hasta la tarde del lunes 4 de mayo en un baldío de la colonia Lomas de Tecámac. Además de golpes, tenía dos heridas de arma blanca y huellas de asfixia.
Nacido en un seno de comerciantes de escasos recursos, Nicolás y su hermana ayudaban en los gastos con la venta de globos; quienes lo conocieron lo recuerdan como un chico atento, amistoso y trabajador.
Su muerte causó indignación y en redes sociales los internautas llamaron a los vecinos a proporcionar información sobre los agresores y exigieron justicia.
Por recomendación de las autoridades y para evitar aglomeraciones por el Covid-19, el sepelio fue íntimo y sólo los familiares más allegados acudieron a despedirlo.