Más de una veintena de puntos que pueden corresponder a estructuras o vestigios prehispánicos han sido identificados en el primer tramo de construcción del polémico Tren Maya, que abarca del municipio de Palenque (Chiapas) a Escárcega (Campeche).
Mientras esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el banderazo de salida a la construcción de la obra, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) concluyó los estudios Lidar del primer tramo, con los que se busca registrar posibles vestigios, informó José Francisco Sánchez Nava, coordinador Nacional de Arqueología.
Los análisis permitieron identificar anomalías o marcas que es necesario verificar en campo, por lo que en este momento tenemos un equipo trabajando allá en un primer recorrido complementario a los vuelos Lidar”, afirmó.
Los puntos identificados “pueden ser montículos (estructuras) o formaciones naturales”, dijo. A través de láseres, el estudio permite obtener un mapa preciso del lugar; así se descubrió, por ejemplo, la construcción maya más grande y antigua, dada a conocer en días pasados, en Campeche.
A partir de la verificación de los puntos identificados, señaló, el INAH realizará “recomendaciones, adecuaciones o intervenciones arqueológicas que permitan recuperar la información, consolidar los vestigios, y en su caso, volverlos a dejar en su lugar como parte del derecho de vía bajo la premisa de que sabemos que ahí ya no se va a hacer ninguna obra”.
En tanto, la oposición a la obra sumó voces. El 29 de mayo pasado, el antropólogo Juan Manuel Sandoval Palacios y el historiador Felipe Echenique, entre otros investigadores, presentaron una denuncia de hechos antes la Secretaría de la Función Pública “contra quienes resulten responsables” por “la inevitable e irremediable destrucción de un indeterminado número de bienes arqueológicos”.
La denuncia argumenta que ha existido “simulación, omisión, negligencia y usurpación de funciones que han llevado a cabo distintos funcionarios públicos” al permitir la obra.