Washington.- La ciudad de Washington coronó el viernes casi
una semana de manifestaciones contra la brutalidad policial pintando el lema
“Black Lives Matter” -las vidas negras importan- con enormes letras amarillas en la calle que conduce a la
Casa Blanca, en una muestra patente de la aceptación del gobierno local al
movimiento de protestas, lo que aumenta aún más sus desavenencias con el
presidente Donald Trump.
La alcaldesa Muriel Bowser dijo que la pintura realizada por
trabajadores de la ciudad y artistas locales a lo largo de dos manzanas tiene
como fin enviar un mensaje de apoyo y solidaridad a las y los
estadounidenses indignados por el homicidio de George Floyd cometido por
la policía en Minneapolis.
En tanto, el Distrito de Columbia se prepara para ser el
sábado escenario de una movilización que se prevé atraerá a decenas de miles de
personas a una ciudad en la que continúan vigentes diversas restricciones por
el coronavirus.
“Sabemos lo que está sucediendo en nuestro país. Hay mucha
ira. Hay mucha desconfianza hacia la policía y el gobierno”, dijo la alcaldesa
en conferencia de prensa. “Hay gente que anhela ser escuchada y vista, que se
le reconozca su humanidad. Tuvimos la oportunidad de enviar ese mensaje fuerte
y claro en una calle muy importante de nuestra ciudad”.
Las letras y una imagen de la bandera de la ciudad abarcan
lo ancho de la Calle 16ma hacia el norte de la Plaza Lafayette. El mural
termina cerca de la Iglesia Episcopal de St. John, donde Trump se fue a sacar
una foto el lunes después de que agentes con equipo antidisturbios lanzaran gas
lacrimógeno y cargaran contra los manifestantes para abrirle paso al mandatario
y su comitiva.
Un letrero identifica ahora esa sección de la Calle 16ma
cerca de la Casa Blanca como la “Plaza Black Lives Matter".
Bowser se ha quejado de la mano dura de las autoridades
federales al enfrentar las protestas y solicitó el retiro de los efectivos de
la Guardia Nacional foráneos.
La funcionaria afirma que las diferencias con el gobierno de Trump ponen de relieve la necesidad de que el Distrito de Columbia sea un estado y tenga mayor control sobre sus asuntos. Esas diferencias también pueden reflejar el hecho de que Trump es muy impopular en el distrito, donde Hillary Clinton ganó con alrededor del 90% de la votación en los comicios presidenciales de 2016.
Fuente: AP