Ciudad de México.- La próxima semana podría contarse con la
primera de las autorizaciones necesarias para la producción de la primera
prueba rápida y masiva de origen mexicano, para la detección del SARS-Cov-2
Covid-19, pese a problemas de financiamiento, falta de infraestructura
suficiente, estudiantes que trabajan sin paga y requerimiento de equipo e
insumos, expuso la directora de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Catalina
Stern.
La intención es que esa prueba sea accesible para la
población, pero aun teniendo ya la tecnología, no hay apoyo financiero
suficiente.
Yo espero, dijo, que el Instituto de Diagnóstico y
Referencia Epidemiológicos (InDRE) de la Secretaría de Salud la autorice la
próxima semana y luego la Comisión Federal para Riesgos Sanitarios (Cofepris) y
"necesitaremos fabricar millones de estas pruebas. ¿Quién va a dar el
dinero? No es claro".
Detrás de ese logro ha habido años de inversión y de
formación de científicos, por lo que pidió una política consecuente de
inversión en ciencia y tecnología e innovación para el país.
"En ciencia hay procesos largos, cada paso debe
corroborarse… es una actividad que se cuestiona a si misma constantemente por
eso somos críticos y no criticones" expuso ante diputados federales en el
Foro Innovación biotecnología en México, convocado por la Comisión de Ciencia,
en el que investigadores alertaron que sin inversión, por ejemplo en el tema de
la pandemia de Covid-19, México quedará a la cola internacional, esperando
por una vacuna, cuando la haya en otro país.
La prueba de detección rápida comentada por Stern, ha sido
desarrollada por los científicos Tatiana Fiordelisio y Mathieu Hautefeuille,
del Laboratorio Nacional de Soluciones Biomiméticas para Diagnóstico y Terapia
(Lansbiodyt), de la Facultad de Ciencias (FC) y se basó en el uso de un
chip.
Pero –destacó Stern- ninguno de los investigadores llegó una
mañana y dijo "voy a producir un chip", sino que cuentan con años de
formación y desde 2014 comenzaron a estudiar esa tecnología para medir
glucosa e insulina.
El proyecto fue premiado, se obtuvo una patente para una
prueba casera, pero por falta de recursos no se han podido fabricar
suficientes para hacer las validaciones médicas de rigor, y se han solicitado
recursos sin éxito, relató.
A raíz de la pandemia dirigieron esa técnica para la
detección del SARS CoV-19, "lo lograron, sin embargo, no se les apoyó
hasta hace dos o 4 semanas" con recursos de otros proyectos de la UNAM, y
recientemente con donativos privados y recursos de la ciudad de México y
Conacyt, pero se requiere infraestructura, equipos de alta precisión y
otros para producir las pruebas masivamente, además de especialistas para
trabajar.
Hoy hay estudiantes que trabajan sin paga, algunos son de
licenciatura, otros de posgrado y sin embargo, ni siquiera la experiencia
adquirida les garantizará empleo.
Hautefeuille, presente en el foro, pidió no sólo apoyo
financiero, sino acompañamiento en todo lo relativo a trámites, patentes,
gestión de recursos, vinculación, sinergia. "El problema real de quienes
hacemos desarrollo es que tenemos que hacer todo".
Y pidió "cambiar el mensaje: 'ufff es muy difícil hacer y no pudimos' a yo ya pude, mis colegas pudieron, si se puede, no es fácil, en ningún lado es fácil y alguien ya lo ha hecho".