A pesar de las medidas que se establecieron para evitar un mayor número de contagios en el país, 1 millón 700,000 adultos mayores de 68 años sigue trabajando, 79% lo hace en el mercado informal y 21% restante tiene un trabajo formal, indicó Alejandra Macías, experta en pensiones del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP).
En su investigación “Adultos mayores y COVID-19: Vulnerabilidad económica ante la crisis sanitaria”, comentó que, con base en los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del 2019 y del primer trimestre del 2020, dentro de este universo, 43% están en riesgo de perder su empleo como consecuencia del Covid-19, debido a que laboran en sectores de riesgo medio-alto y alto.
“Cuando los adultos mayores pierden su empleo, su fuente de ingresos depende de donaciones de terceros, familiares o conocidos, y de transferencias del gobierno”, dijo en entrevista.
Sin embargo, advirtió que las transferencias que da el gobierno federal a través del programa Bienestar para los Adultos Mayores, apenas cubre la mínima línea de bienestar rural (alrededor de 1,200 pesos) y 80% de la línea de bienestar mínimo urbano (alrededor de 1,700 pesos mensuales).
Recordó que esta pensión se da cada bimestre, pero a mediados de marzo se les adelantó un bimestre (mayo-junio), con lo que recibieron un monto total de 5,240 pesos. “Pero los demás bimestres seguirán recibiendo 2,620 pesos, es decir, por mes tendrán 1,310 pesos, poco para cubrir una canasta básica urbana”.
Macías agregó que esta medida implicará que el presupuesto del programa social se incremente 15%, respecto del presupuesto aprobado que fue por 129,000 millones de pesos para beneficiar a 8 millones de mexicanos.
“Se requieren 19,715 millones de pesos adicionales a lo aprobado en el 2020; en el primer trimestre del año, ya se había ejercido 48% del total aprobado, la pregunta es, de dónde sacarán recursos o dejarán sin dinero a los adultos mayores en el último bimestre del año”.
Con información de El Economista