Cuba dijo el domingo que no hubo nuevos casos internos de
COVID-19 por primera vez en 130 días, a medida que la mayor parte del país pasó
a la fase final de reanudar las actividades normales con mascarillas y
distanciamiento social.
Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del
Ministerio de Salud Pública, y que ha entregado los datos al país diariamente
sobre la pandemia, se quitó la mascarilla durante la transmisión nacional por
segunda vez para dar las buenas noticias. Hizo lo mismo el sábado, informando
solo un caso doméstico en La Habana.
Solo un puñado de casos de COVID-19 fueron reportados en Cuba
durante la última semana, todos en La Habana. La mayor parte de la isla
caribeña, hogar de 11.2 millones de habitantes, ha estado libre de la
enfermedad durante más de un mes.
La Habana, con 2.2 millones de residentes se mantiene en la
primera fase de tres de reapertura, donde las personas pueden moverse una vez
más en transporte público y privado, ir a la playa y otros centros de
recreación justo a tiempo para vacaciones de verano.
El distanciamiento social y el uso de mascarillas siguen
siendo obligatorios en la mayoría de las circunstancias.
El país ha abierto un grupo de centros aislados claves para
el turismo internacional. La tercera fase amplía los viajes internacionales
según el riesgo.
El país ha mantenido los casos de infecciones por debajo de
los 2,500 y ha reportado solamente 87 muertes.
Fuente: Forbes