Sin servicios como agua, luz o líneas telefónicas, amaneció Beirut, luego de la explosión registrada el pasado martes. Tras la tragedia, la comunidad libanesa se prepara para un capítulo de guerra, aseguró Rachell Chemaly, ciudadana méxico-libanesa que vivió de cerca la explosión.
“Yo viví guerra antes, los libaneses que están aquí también. Hay unos mexicanos viviendo aquí y es nuevo para ellos. Ayer sentí lo que viví como si estuviera reviviendo la guerra, para los mexicanos es terrible; si para nosotros los libaneses es terrible, para los mexicanos es peor”.
En tanto, la comunidad mexicana que vive en el Líbano no registra muertos hasta el momento, pero sí heridos y pérdidas materiales aún no cuantificadas.
“De los mexicanos que conozco, no hay muertos, pero he conocido mexicanos que sus casas están destrozadas, los vidrios rotos, la casa arruinada. Conozco gente mexicana herida de la pierna por los vidrios que les cayeron encima”.
La explosión y alerta de otra guerra ha hecho replantearse a la comunidad mexicana en el Líbano regresar a su tierra, aunque la mayoría está a la espera de recibir instrucciones de las empresas o el sector diplomático, donde por lo general laboran.
“Y la verdad tienen mucho miedo, muchos que quieren regresar porque la situación no da más”.
Los próximos días serán de mayor dificultad para la población de Beirut, incluidos los habitantes extranjeros.
“Hay gente que ya no tiene casa, porque no solamente el lugar donde se cayó la explosión también alrededor de Beirut, las casas ya están arruinadas, mucha gente no tiene ni para comer porque también tenemos crisis económica, también estamos viviendo otro tipo de situaciones en el país que está mal y ahorita llegó esto”.
“La gente no tiene ni para comer ni a donde ir, tenemos el coronavirus y también los hospitales no tienen lugar para atender tanta gente. En los hospitales ya no hay lugar donde meter a la gente, no hay luz, los doctores estuvieron atendiendo a los pacientes afuera del hospital, con la luz del teléfono”, añadió.
Este miércoles, las actividades en Beirut se encuentran paralizadas. Las pocas tiendas que habían reabierto en medio de la pandemia por el coronavirus, tuvieron que cerrar. Todo se concentra en el levantamiento de escombros y la atención de heridos.