“El lado bueno de las clases a distancia es que, si se les
da seguimiento, se podrá dar ciudadanía digital a todos los alumnos”, considera
el maestro Jesús Lara González, profesor de Geografía en escuelas de la Zona
No. 8 de Educación Secundaria.
A su decir, se piensa que los adolescentes de ahora nacieron
en una época digital y por tanto son nativos digitales, lo que es un “gravísimo
error”, pues no es la mismo estar en una zona urbana que en una rural.
Pero eso es solo uno de los problemas que el maestro Lara
González ha notado en estas primeras semanas del curso escolar conocido también
como “Aprende en casa”.
“He podido observar a papás que están comprometidos y a
papás que se justifican, dicen que no es obligatorio porque el ciclo escolar
todavía no se inicia y que el maestro puede enviar tareas, pero si no se
entregan no pasa nada hasta que se inicie el ciclo escolar”.
“Para aquellos que están entregados a su trabajo, qué bueno.
Hay que cumplir, hay que ser responsable, hay que seguir preparándonos, hay que
priorizar… pero para los otros, es tan complejo porque podemos decir: ‘¿Cómo es
posible que uno tenga para estar consumiendo alcohol en clandestino, pero no
tenga para una recarga de $100 que le pueda dar un paquete de datos?’”.
Causa común
El tema de los datos o la recarga ha sido uno de los motivos
que algunos papás han externado para no mandar tareas.
El maestro Raúl Pérez Gutiérrez, quien imparte quinto grado
en la primaria “José María Iturralde”, utiliza WhatsApp para marcar tareas,
pues muchos padres no tienen internet y no pueden ingresar a Zoom, Google Meet
o Kaambal (plataforma que estableció la Segey).
Luz María Canul, maestra de Educación Inicial cuyas sesiones
deben comenzar en octubre, relata que una compañera que da clases en una
comisaría le pone $20 de recarga a algunas mamás para que le puedan mandar las
tareas.
A Luz María también le ha tocado que a veces no hay buena
señal de internet y se le complica comunicarse con las mamás de los niños.
Además, dice, tampoco era muy buena con las nuevas
tecnologías. “Mi hija y mi sobrina me ayudan, pero ya estoy aprendiendo todo lo
que es grabar vídeos y audios”.
El maestro Lara González también señala esto como algo
negativo. “Las autoridades a nivel estatal no se han dado a la tarea de hacer
público o habilitar espacios informativos de cómo manejar el celular, cómo
configurarlo para consumir el mínimo de datos. No es darles publicidad a las
compañías de telefonía, pero sí decirnos que con tal recarga (de tal empresa)
tienes ciertos megas o cosas así, pero suponen que eso el usuario lo debe
conocer”.
Por otro lado, el profesor Lara señala que la modalidad a
distancia puede ser híbrida o en línea, pero tiene que adecuarse en cada
comunidad y contexto. “Y allí viene el gravísimo error porque muchos confunden
la modalidad a distancia con que el maestro está las 24 horas del día o puede
mover su vida privada, personal para atenderlos”.
En cuanto a las plataformas que utiliza, el maestro Lara
González responde que WhatsApp, aunque se ha planteado el uso de Google
Classroom o la plataforma del gobierno, Kaambal. “Sin embargo, no hay las
características para hacerlo con todos los alumnos porque la gran mayoría no
cuenta con servicio de internet”.
Éste, dice, ha pasado a ser una necesidad creada. “El hecho
de que no tenga internet no es de vida o muerte, pero en esta situación empieza
a generarse esa idea de que tener internet en casa es básico”.
El docente Lara comenta que esta modalidad le ha llevado a
tener gastos extras. “Suponen que el maestro debe tener internet y una
computadora. Es complejo porque hace algunos años hubo un programa de dotar de
computadoras a los maestros, pero éstos debían tener cierto número de horas
para acceder”.
“(Por eso) No todos los maestros contaban o cuentan con
computadora y se han visto en la necesidad de invertir. Y lo mismo con el
servicio de internet”.
El maestro Pérez Gutiérrez señala que él no ha tenido
problemas en cuanto a conexión o material, aunque sí lamenta que en estos días
se hace más énfasis a la ausencia del maestro con la modalidad a distancia.
Y es que, tras aclarar que para que la educación funcione
tiene que haber una comunidad de aprendizaje entre maestro, alumno y papás,
considera que ahora trabaja más que cuando las clases eran presenciales.— Iván
Canul Ek
La Segey informó en un comunicado que para fortalecer el
aprendizaje de la infancia y juventud de Yucatán se inició el proceso de
capacitación del personal docente de nivel básico en el uso de la plataforma
Kaambal, que comenzó a operar este septiembre.
Kaambal es una herramienta digital que, indicó, facilitará
la interacción y comunicación entre estudiantes y profesorado ahora que el
curso escolar se lleva a cabo a distancia debido a la pandemia.
Con la plataforma los docentes tendrán a su disposición
propuestas académicas elaboradas por especialistas de la dependencia, además
que podrán calificar y retroalimentar las entregas del alumnado e identificar a
quienes se encuentren en condición de rezago o riesgo de abandono.
El sitio también consta con una biblioteca virtual con más
de 18 mil recursos de apoyo, clasificados por grado y asignatura.
Hasta ahora se ha capacitado a cerca de 8,470 personas,
entre personal docente y directivos, las cuales podrán interactuar con el
alumnado en foros.
De esta forma, se elaborará, productos finales con una
valoración cualitativa y cuantitativa, que es lo que pide la Secretaría de
Educación Pública para acreditar el aprovechamiento del ciclo 2020-2021, indicó
el comunicado.
Clases En línea
Maestros opinan sobre el modelo a distancia, conocido como
“Aprende en casa”.
Tiempo
“En las mañanas estamos en actividades con los niños, en las
tardes revisando tareas y más tarde en reuniones con el Consejo. Nuestro
horario ha aumentado”, comenta el maestro Pérez González. Además, dice, tiene
que mostrar flexibilidad, “pues si bien hay mamás que apoyan a los niños en sus
actividades, otras tienen diferentes horarios porque trabajan”.
Con información de Megamedia