Nos cuentan que, a pesar de los varios llamados de la Comisión Federal de Competencia y de funcionarios de la misma 4T, para que no se aprobara como fue enviada la reforma presidencial al sistema de pensiones, diputados y senadores hicieron oídos sordos y la aprobaron.
La semana pasada, la Cofece envió un oficio a San Lázaro en el que dijo que en caso de que se quisiera adoptar un sistema de regulación de comisiones que cobran las Afore, se hiciera basado en un criterio y procedimiento que permitiera responder a los cambios que pudieran darse en el mercado a lo largo del tiempo, evitando establecer topes máximos predefinidos.
Pues los legisladores, principalmente de Morena, simplemente ignoraron estas recomendaciones y aprobaron la reforma con topes a las comisiones que cobran las administradoras, por lo que, nos dicen, las quejas vendrán en cascada.
Consideran que con la reforma la mayoría de las Afores podrían verse seriamente afectadas económicamente con esta reforma y buscaran amparos de la justicia.
Algunos, dentro de la misma 4T, ven venir la lluvia de amparos por esta ley y comentan que va enfilada hacía una situación similar a la de tantas veces avalada y jamás respetada, Ley de Remuneraciones, para que nadie gane más que el Presidente de la República.
