Después de 17 jornadas, tras una reclasificación, cuartos de
final y semifinales, sólo quedan dos clubes con vida.
El número uno, el León, el líder, el que mejor juega, se
verá las caras contra el número dos, la revelación, los Pumas.
El primero y el segundo de la fase regular buscan la octava
estrella en su escudo. Nunca más parejo. Es hora de demostrar que ninguno de
los dos equipos le tiene miedo al éxito.
La serie se abre en la casa de los auriazules, el estadio
Olímpico de Ciudad Universitaria, donde los dirigidos por Andrés Lillini fueron
más que infranqueables, pues no perdieron un partido en la fase regular y
tampoco durante la Liguilla.
León es el gran favorito, no sólo por lo que ha hecho en
este torneo, sino también por lo que arrastra de certámenes anteriores, aunque
el defensa Fernando Navarro se hace de la vista gorda: “Si la prensa nos pone
como favoritos, no estamos ni enterados; vemos a Pumas como un rival igual que
nosotros, al que será difícil vencer”.
El club de la capital del país no se hace pequeño, está
dispuesto a vender cara la lucha por el trofeo, a pesar de que al inicio del
torneo Guardianes 2020 nadie creía en ellos. “Hemos callado bocas, pero eso no
nos parece importante. Pumas se ha caracterizado por no tener tanto dinero para
reforzarse, siempre ha sido así, y era complicado que el entrenador [Míchel] se
fuera a una semana del inicio del torneo, pero lo importante fue quien se
quedó”, subraya el volante Andrés Iniestra.
El uno contra el dos, nunca más pareja la final. Así están
los clubes: sin miedo al éxito.
Fuente: El Universal