Sin frenar su paso y escoltada por elementos de la Secretaria de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, avanza mientras los uniformados le abren paso.
A la vista se observa un cartel con una consigna en reclamo al Gobierno de México, al que acusa despojarla de todo.
Con tan solo un cubrebocas rojo tapándole el rostro, una tanga y dos corazones rojos cubriéndole el pecho, la mujer de rasgos indígenas acapara las miradas de los transeúntes.
Aunque hubo personas que quisieron hablar con ella para conocer sus demandas, ésta no interrumpió su marcha que presumiblemente terminará a los pies del amurallado Palacio Nacional.