Becky, una abuelita de 70 años, de origen mexicano, que hace
unos días recibió una golpiza brutal por parte de Yasmine Beasley, joven de 23
años que hoy tiene una investigación en su contra.
De acuerdo con medios locales el ataque ocurrió el pasado
viernes 9 de abril. Becky tomó un autobús para ir al supermercado, en el
vecindario de Eagle Rock de Los Ángeles, cuando una mujer afroamericana
llamada Yasmine comenzó a insultarla dentro del transporte. Pero la
situación se puso crítica, ya que la joven se le fue a los golpes.
La joven que la atacó creyó que Becky era una mujer
originaria de China
Pete, uno de los hijos de Becky, dijo a un diario local
que Yasmine Beasley arrastró a Becky desde la parte trasera del autobús
hasta donde estaba el conductor, quien al igual que otros pasajeros sólo se
dedicó a observar la escena sin hacer nada al respecto.
A pesar de que Becky logró bajar del autobús la joven
de 23 años se bajó a propinarle varios golpes a Becky, los cuales le dejaron
los ojos hinchados, la nariz rota, múltiples moretones y hasta la pérdida de
varias secciones de pelo. Al parecer la agresión sucedió porque Beasly creyó
que la abuelita era una mujer de origen chino.
Pero la abuelita tiene ascendencia mexicana
La mujer logró salvarse gracias a que pudo hablar con los
servicios de emergencia, quienes la llevaron a un hospital donde fue dada de
alta después de 24 horas. Ahora la señora Becky se encuentra en casa
recuperándose del ataque que le dejó dificultades para caminar y el cual
empeoró algunos padecimientos que ya tenía.
Por su parte, Pete indicó que en ocasiones anteriores
la gente llegó a creer que él y su familia eran de origen asiático, sin
embargo, nunca pensaron que la señora Becky –quien en realidad es de
ascendencia mexicana– pudiera ser víctima del racismo que la comunidad asiática
se vive actualmente en EU.
No es el primer ataque de este tipo que se conoce en Estados
Unidos
Por ahora la policía de California ya comenzó una
investigación en contra de Yasmine Beasley, quien es la principal sospechosa
del ataque que sufrió Becky. Uno que vino a alimentar el miedo de una posible
ola de racismo contra la comunidad asiática en el país vecino.
Y es que apenas el pasado 16 de marzo se reportó el
asesinato de ocho personas, la mayoría mujeres de origen asiático, durante
dos tiroteos ocurridos en tres salones de masaje de Georgia, en Estados Unidos,
país donde los ataques raciales han tenido un incremento impresionante en
los últimos años.