Los cóndores
gigantes de California son raros, pero no en la casa de Cinda Mickols. Entre
15 y 20 de estas gigantescas aves se han apoderado de la vivienda en la
ciudad de Tehachapi y causado varios destrozos.
La hija de Mickols,
Seana Quintero, de San Francisco, comenzó a publicar en Twitter fotografías de
los ruidosos y desordenados huéspedes.
"A lo largo
del fin de semana - 15 cóndores de California descendieron en la casa de mi
mamá y destruyeron completamente su cubierta. Aún no se han ido. Apesta, pero
también es algo sin precedentes, solo hay 160 ejemplares de esta ave
volando libremente en el estado y una parvada de ellos decidió empezar una
guerra con mi madre", escribió.
Los cóndores han
dañado la parte de arriba de una tina de agua, banderas decorativas y
ornamentos del jardín. Han tirado plantas, arañado barandillas y dejado
excremento en todas partes.
“Ella
definitivamente está frustrada pero también asombrada, y sabe que es una
experiencia inusual”, señaló Quintero en referencia a su madre al San
Francisco Chronicle.
El Servicio Federal
de Pesca y Vida Silvestre, que dirige un programa para salvar a especies de la
extinción, respondió vía Twitter. La agencia señaló que la casa se ubica
en un hábitat histórico de los cóndores, y recomendó a Mickols algunas acciones
inofensivas como gritar, aplaudir o rociar agua.
“No es raro ver
grandes congregaciones de cóndores en ciertas zonas altas urbanizadas como
la región donde se registra este incidente”, en especial cuando se alimentan,
dijo la portavoz de Pesca y Vida Silvestre Pam Bierce en un correo electrónico.
“Desafortunadamente, ellos a veces perciben las casas y terrazas como
lugares adecuados para posarse”.
Los cóndores de
California casi desaparecieron en la década de 1980 y los pocos
restantes fueron capturados y colocados en zoológicos para criarlos en
cautiverio. Algunos cientos ya se encuentran en su entorno silvestre. A
medida que los cóndores recolonizan partes de su hábitat histórico, es
posible que aumenten las interacciones entre la gente y estas aves “curiosas,
inteligentes y sociales”, señaló Bierce.