Tras el alto nivel de la inflación registrado en abril del
2021, analistas destacaron que hacia delante la inflación anual comenzará una
tendencia a la baja, principalmente como resultado de efectos estadísticos.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó
en abril en un nivel de 6.08 por ciento anual, superando el rango objetivo del
Banco de México (Banxico) por segundo mes consecutivo, impulsado por el aumento
en los precios de los energéticos y de alimentos y bebidas.
Lo anterior representó su mayor nivel desde diciembre de
2017, cuando se colocó en 6.77 por ciento, de acuerdo con los datos del
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De esta forma, la inflación se encuentra por encima del
rango objetivo fijado por el Banxico (3 por ciento, +/- un punto porcentual).
El índice de precios subyacente, que es aquel que excluye de
su contabilidad los productos de alta volatilidad de precios, tuvo una
variación de 4.13 por ciento anual, la más alta desde febrero de 2018, cuando
registró 4.27 por ciento.
En su interior, los precios de los servicios se ubicaron en
2.53 por ciento a tasa anual, su nivel más alto desde junio del año pasado,
cuando fue de 2.65 por ciento.
El alza en los precios de las mercancías fue de 5.59 por
ciento a tasa anual, lo que representó una desaceleración respecto a marzo,
cuando registró 5.79 por ciento..
La balanza no subyacente, que contabiliza los productos que
presentan una alta volatilidad en sus precios, como lo son los productos
agrícolas o los combustibles, se incrementó a 12.34 por ciento.
De manera desagregada, los precios de los productos
agropecuarios se ubicaron en 4.68 por ciento, mientras que los de los
energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno presentaron una alza de 19.3
por ciento, esto respecto al mismo periodo del año pasado.
A tasa mensual, la inflación presentó una variación de 0.33
por ciento durante dicho periodo, de acuerdo con datos del instituto, su nivel
más bajo desde noviembre del 2020.
“La inflación anual debería caer gradualmente a partir de
aquí y hasta el tercer trimestre del 2021, aunque con un aumento adicional en
el último trimestre. Este no es el único factor afectando a la inflación, con
mayores precios de commodities a nivel global añadiendo presiones que también se
están reflejando en los bienes a nivel subyacente”, señalaron analistas de
Banorte.
Los expertos indicaron que su pronóstico para este año es de
4.7 por ciento a tasa anual, “ante la reciente dinámica de precios tanto en el
rubro general como subyacente, creemos que es probable que Banxico muestre un
grado de cautela adicional sobre el panorama inflacionario y sus expectativas
en su decisión de la próxima semana”.
“Revisamos al alza nuestras estimaciones de inflación, en el
contexto de sorpresas recurrentes al alza en las últimas quincenas y presiones
adicionales emergentes, varias de ellas provenientes de los precios
internacionales. La inflación es impulsada por el aumento de los productos
energéticos y agrícolas”, apuntó Adrián de la Garza, director de estudios
económicos de Citibanamex.
Añadió que hacia delante “la inflación anual comenzará una
modesta tendencia a la baja, principalmente como resultado de efectos de base
de comparación favorables. Por lo tanto, estimamos la inflación subyacente y
general al cierre de año en 4.0 y 5.1 por ciento, respectivamente”.
“La inflación en México alcanzó su punto máximo debido al
efecto base y al alza de los precios de los alimentos, pero se mantendrá por
encima del límite superior objetivo de Banxico de 4 por ciento durante todo el
año”, dijo Joan Domene, economista sénior para México de la consultoría Oxford
Economics.
Adicionalmente, agregó que “esperamos que los incrementos en
los precios internacionales de las materias primas se atenúen, pero revisamos
nuestra previsión de inflación para fin de año a 5 por ciento interanual desde
el 4 por ciento anterior debido a la presión acumulada”.
Estadística y energía impulsan
El avance en los precios reportado durante el cuarto mes del año tuvo que ver
con un efecto base de comparación ya que el año pasado la inflación presentó
niveles muy bajos, ante la pandemia del COVID-19 y el confinamiento, además, de
una caída en los precios internacionales del petróleo.
Lo anterior provocó un repunte en abril del presente año en
el precio del gas doméstico (gas LP) de 35.57 por ciento a tasa anual, así como
en la gasolina de bajo octanaje, con un alza de 35 por ciento, mientras que en
la gasolina de alto octanaje el avance registrado en el precio fue de 34.47 por
ciento.
Entre otros bienes y servicios que también subieron, destacó
el melón con un incremento de 22.48 por ciento, guayaba con 22.51 por ciento;
el transporte aéreo fue mayor en 20.80 por ciento, harinas de trigo con un alza
de 12.50 por ciento, y aceites y grasas vegetales comestibles con 12.19 por
ciento.
Suben precios del chile serrano, aguacate y jitomate
Los productos que más aumentaron de precio y que tuvieron una mayor incidencia
en la inflación durante el tercer mes del año fueron el chile serrano (41.75
por ciento); aguacate (29.46 por ciento); jitomate (26.09 por ciento); tomate
verde (19 por ciento) y el huevo (2.95 por ciento).
Por el contrario, los productos que presentaron disminución
en sus costos fueron la papa y otros tubérculos (18.0 por ciento); electricidad
(12.03 por ciento); chayote (8.76 por ciento); nopales (5.05 por ciento);
servicios turísticos en paquete (2.55 por ciento).
Por entidad federativa, las que tuvieron mayor incremento en
los precios fueron Tlaxcala (1.06 por ciento); Morelos (0.94 por ciento);
Guerrero (0.92 por ciento) y Durango (0.81 por ciento).
Fuente: El Financiero