Lo que escribamos en estas líneas es poco para describir uno
de esos autogoles que solamente en la Concacaf y en alguna liga llanera se
puede ver. Este martes en el Canadá vs. Haití de la eliminatoria
mundialista, el portero Josué Duverger cometió uno de los
ridículos más grandes de los que se tenga memoria y evidencias.
Primera jugada del segundo tiempo, todo en orden -aparentemente-
para el seleccionado haitiano. El defensa Kevin Lafrance toca hacia su
guardameta, sin presión alguna, para reorganizar la jugada o pegar un balonazo
a donde sea, en el peor de los casos.
Todo parece normal hasta que la pelota llega a Duverger,
quien intenta controlar y se le va entre las piernas. El destino le dio una
segunda oportunidad al meta de Haití para no quedar en vergüenza, pero terminó
por hacer más grande su ridículo porque al querer despejar sobre la línea,
le pegó con el pie de apoyo al balón, abanicó y metió el autogol.
Canadá avanza al Octagonal rumbo al Mundial
Los haitianos perdieron el juego de Ida, necesitaban un
milagro, pero con esta clase de ridículos era claro que no iba a llegar muy
lejos pensando en un cupo para Qatar 2022.
Canadá también ganó el juego de Vuelta, disputado en Estados
Unidos porque en el país de la Hoja de Maple siguen prohibidos los eventos
deportivos, y con eso obtuvo el boleto al Octagonal Final de la Concacaf que
repartirá tres boletos directos al Mundial y medio cupo para jugarse en
Repechaje.