El mandatario de ultraderecha presuntamente ignoró alertas
sobre supuestas sospechas de corrupción en el proceso de adquisición de la
vacuna Covaxin.
La Policía Federal abrió este lunes una investigación contra
el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, para detectar las posibles
irregularidades y actos de corrupción en negociaciones de vacunas COVID-19.
El proceso fue oficialmente abierto hoy por la policía tras
la autorización de la magistrada Rosa Weber, miembro de la Corte Suprema, tras
un pedido realizado por la Fiscalía.
La investigación, que inicialmente deberá ser concluida en
un plazo de 90 días, tiene como objetivo establecer si el mandatario brasileño
cometió posibles delitos en las negociaciones para la compra de la vacuna
Covaxin, elaborada por la farmacéutica india Bharat Biotech.
Las sospechas fueron alentadas por una comisión del Senado
que intenta determinar si el Gobierno es responsable del agravamiento de una
pandemia que causó la muerte de más de 533 mil brasileños en el país, el
segundo con más defunciones del mundo, por detrás de Estados Unidos.
Algunas de esas supuestas irregularidades fueron reveladas
por el diputado Luis Miranda, de la base política que respalda a Bolsonaro, y
su hermano Ricardo Miranda, jefe de importaciones del Ministerio de Salud,
quienes afirmaron que el presidente ignoró alertas sobre supuestas sospechas de
corrupción en el proceso de adquisición del inmunizante desarrollado por el
laboratorio Bharat Biotech.
Una vez concluida la investigación por parte de la Policía
Federal, la Fiscalía deberá determinar si hay indicios sólidos contra el líder
de la ultraderecha brasileña y, en ese caso, presentar una denuncia ante la Corte
Suprema.
En caso de admitirla, la máxima corte sólo podrá iniciar un
juicio con el aval de una mayoría de dos tercios del pleno de los 513
diputados.
En ese supuesto, el presidente sería suspendido de sus
funciones durante los 180 días que el Supremo tendría de plazo para concluir el
juicio y destituido si fuera declarado culpable.
No obstante, si la Cámara de Diputados no autorizara el
proceso, Bolsonaro continuaría en el poder.
Fuente: El Financiero