Cada año, el intrincado camino de la Tierra alrededor del Sol atraviesa regiones de su órbita con partículas de hielo, rocas y polvo dejadas por los cometas a su paso por los planetas interiores del Sistema Solar.
Cuando estos fragmentos entran en contacto con la atmósfera, la fricción del aire provoca que ardan hasta alcanzar 6 mil grados Celsius, dibujando una estrella fugaz que recorre cualquier dirección del cielo nocturno antes de desintegrarse en cuestión de segundos.
A mediados de agosto, nuestro planeta se encuentra con la nube de polvo y restos del cometa Swift-Tuttle, una de las más densas en la órbita terrestre y la responsable de las Perseidas, una de las lluvias de estrellas más intensas del año.
Las Perseidas son una de las lluvias de estrellas más populares en el hemisferio norte gracias a su intensidad y su llegada en medio del verano, un momento ideal para verlas durante las noches tibias. Para disfrutar de este fenómeno astronómico no es necesario utilizar un telescopio u otro instrumento óptico: basta con encontrar un sitio con la menor contaminación lumínica y una vista de la bóveda celeste lo más amplia posible.
El primer meteoro proveniente de las Perseidas en 2021 fue captado por la NASA el 26 de julio pasado. Desde entonces, la actividad de esta lluvia de estrellas continuará en ascenso hasta alcanzar su intensidad máxima las noches del 11 al 13 de agosto.
De ahí que el mejor momento para ver las Perseidas este año sea desde la medianoche y hasta el amanecer del 12 de agosto.
La Luna en cuarto creciente con un 14 % de iluminación no será un mayor obstáculo para encontrar cielos oscuros que permitan la observación de los meteoros que parecen irradiar desde la constelación de Perseo, que aparecerá cerca de la medianoche desde el noreste.
Cómo ver la lluvia de estrellas de las Perseidas paso a paso
– Para disfrutar aún más de este fenómeno astronómico lo mejor es encontrar una posición cómoda (preferiblemente acostado) para no forzar el cuello al mirar hacia arriba.
– Una vista más completa de la bóveda celeste asegura ver más meteoros: como en toda lluvia de estrellas, los bólidos de un azul encendido pueden aparecer en cualquier momento y en cualquier región del cielo nocturno. No es necesario centrar la atención en la constelación de Perseo. Basta con mirar al norte.
– Evitar cualquier fuente de luz artificial es de gran ayuda. Dejar de ver el smartphone u otros dispositivos ayuda a que los ojos se adapten rápidamente a la oscuridad, provocando una mejor visión nocturna.