Las dos máximas instancias en materia electoral del país, el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), viven una de las peores crisis de su historia.
Desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República, el INE ha sido objeto de ataques y descalificaciones, las cuales se incrementaron durante las elecciones intermedias del pasado 6 de junio, cuando se eligieron 15 gubernaturas, la renovación total de la Cámara de Diputados y más de 20,000 cargos de elección popular.
Durante el proceso electoral, el mandatario se lanzó con todo en contra del Instituto, pero hubo momentos en los que los ataques se acentuaron.
El pasado 19 de marzo, el Consejo General del INE emitió las reglas para evitar la sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados, decisión que también fue ratificada por el Tribunal.
La propuesta fue hecha por el consejero Ciro Murayama, lo que desató la furia de los integrantes de Morena toda vez que se limitaba las posibilidades de la 4T de constituir nuevamente una mayoría calificada en la Cámara de Diputados, como ocurrió en 2018, pero también -hay que decirlo- en 2012.
Un mes después, el 19 de abril, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE apercibió al presidente por la difusión hecha en la conferencia mañanera del 16 de abril, de difundir logros de gobierno cuando estaba prohibido hacerlo.
Al final, el Instituto determinó que durante 29 mañaneras, el mandatario hizo propaganda gubernamental, lo que pudo influir en las preferencias del electorado.
Las advertencias del INE enfurecieron al inquilino de Palacio Nacional quien lanzó diversos reclamos, aunque por ley, tuvo que retirar de sus redes sociales las conferencias señaladas.
Pero tal vez el caso más ríspido ocurrió tras el retiro de la candidatura de Félix Salgado Macedonio, quien contendía por el gobierno de Guerrero, así como de Raúl Morón en Michoacán.
Ambos aspirantes morenistas tuvieron que abandonar la contienda electoral, toda vez que -señaló el INE- no presentaron en tiempo y forma sus gastos de precampaña. Aunque ambos políticos señalaron que los montos reclamados eran mínimos, los consejeros del Instituto aseguraron que no se trataba del monto, sino de la afectación al sistema de fiscalización. La determinación fue avalada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que regresó el dictamen al INE.
En una respuesta furibunda, Félix Salgado Macedonio -quien está acusado de violencia sexual- acampó fuera de las instalaciones del INE e incluso -junto con el líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Mario Delgado- azuzó a sus seguidores para plantarse afuera del domicilio del presidente consejero Lorenzo Córdova y de los demás miembros del Consejo General del Instituto y los acusó de “mandar al diablo” a la democracia.
“Los vamos a hallar, los vamos a buscar y vamos a ir a ver a Córdova, ¿no le gustaría al pueblo de México saber dónde vive Lorenzo Córdova? ¿Si les gustaría saber cómo está su casita?... de lámina negra, que cuando llueve gotea y moja su cuerpo. Cabroncito”, dijo el que hasta ese momento, era senador con licencia, luego de colocar una corona fúnebre y un ataúd que simbolizaban, dijo, la muerte del órgano electoral.
Incluso afirmó que si él se iba de la contienda, también lo harían los consejeros del órgano electoral, pero si se reivindicaban, ofreció llevarles flores.
El 28 de abril, por mayoría de votos, la Sala Superior del TEPJF confirmó el retiro de las candidaturas de Morena para gobernador en Guerrero y Michoacán. El magistrado José Luis Vargas, quien ha sido señalado de estar a favor de la 4T, fue el único que votó en contra de la cancelación de la candidatura a Salgado Macedonio.
Al final, el INE canceló las candidaturas a Salgado Macedonio y Morón Orozco, por lo que los ataques de Andrés Manuel López Obrador escalaron de nivel.
Para el mandatario, la cancelación de ambas candidaturas fue “un atentado contra la democracia”. Días después, aseguró que se trataba de un “exceso, y un acto de provocación” e incluso aseguró no tenerle confianza al INE.
Además, aseguró que tanto los consejeros del INE como los magistrados del Tribunal “actuaron de manera antidemocrática; y esto se explica a que vienen del antiguo régimen antidemocrático”, sentenció.
El 29 de abril, López Obrador escaló sus críticas y desde su conferencia mañanera, planteó la desaparición del INE -pese a que días antes lo había descartado- e incluso dijo que sus funciones deberían ser absorbidas por el Poder Judicial.
“Tiene que ser autónomo verdaderamente, es que ahora no lo es, y podría estar en el Poder Judicial, un Poder autónomo, independiente, con gente íntegra, honesta, intachable, pero no lo que estamos ahora padeciendo”, señaló.
Acusó que en los órganos autónomos predomina el burocratismo y son muy costosos para la ciudadanía.
“Sería bueno que rindieran cuentas, cómo manejan ahí el presupuesto. Un día vamos aquí a mostrar, porque la gente no lo sabe, de cuánto es el presupuesto del INE y de los partidos, porque la mitad es para los partidos y la otra mitad es para el INE. Los consejeros del INE ganan el doble de lo que yo gano y trabajamos igual”, señaló.
Luego vino el proceso para la realización de la consulta popular para que la ciudadanía decidiera si se debía enjuiciar o no a los “actores políticos del pasado” en caso de que hubiesen cometido algún delito. Para que fuera vinculante, debía participar el 40% del padrón electoral.
Andrés Manuel López Obrador y algunos integrantes de Morena acusaron al INE de no promover el ejercicio e incluso de obstaculizarlo.
La consulta se realizó el pasado domingo 1 de agosto en medio de un fuerte clima de polarización política. La participación alcanzó los 6,6 millones de votos que representan el 7.11% de la Lista Nominal de Electores, por lo que no se alcanzó el 40% necesario para que el ejercicio fuera vinculante.
Incluso, el diputado y representante de Morena ante el INE, Sergio Gutiérrez Luna, aseguró que buscará entablar un juicio político en contra del consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, y del consejero Ciro Murayama.
Tras los resultados, López Obrador atacó al INE al asegurar que no estaba a la altura de las circunstancias.
“Parece que les incomodaba, no les gustó. En vez de promoverla e invitar a la gente a que participara simulaban que iban a recoger la opinión de la gente (...) La autoridad electoral, con todo respeto, no ha estado a la altura de las circunstancias, estamos en un momento estelar en la historia de México, es un proceso de transformación”, señaló.
“Ellos en vez de ponerse a la vanguardia de este proceso de transformación se quedaron en la retaguardia representando al antiguo régimen, conservando los mismos vicios, cuando debieron agarrar la bandera de la transformación, el cambio verdadero y de la democracia”, aseguró.
Es por ello que -reiteró- su gobierno presentará una reforma electoral para fortalecer los procedimientos democráticos.
“Tenemos el aparato electoral más costoso del mundo, pero eso no significa que tenemos una democracia consolidada”, dijo.
Esa misma noche, el INE anunció el término del cómputo de la consulta popular que se llevó a cabo el pasado domingo 1 de agosto y en la que participaron 6 millones 663 mil 208 ciudadanas y ciudadanos.
Además, el consejero presidente, Lorenzo Córdova aseguró que “a pesar de los inéditos intentos de descalificación, de los ataques reiterados y acusaciones que se dirigieron durante semanas y meses contra el INE, esta institución ha refrendado que no trabaja más que para las y los ciudadanos y que una vez más, entrega buenas cuentas al pueblo de México”.
Es por eso que agradeció a las y los ciudadanos por su respaldo, apoyo y confianza. “Gracias a ustedes, le pese a quien le pese, hay INE para rato”, concluyó.
Al día siguiente, el miércoles 4 de agosto, el Instituto emitió un comunicado en el que celebraron la realización de la consulta popular, al tiempo que rechazaron las “acusaciones y descalificaciones” en su contra, emitidas en buena medida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Quienes integramos el Consejo General manifestamos -frente a quienes acusan al INE de omisión, desinterés o, peor aún, boicot a la consulta popular- que el instituto llevó a cabo todas las actividades necesarias”, señaló el texto firmado por los once consejeros del Instituto.
El ente electoral precisó que no fue él quién ordenó cambiar la fecha de la consulta para que no coincidiera con los comicios intermedios del 6 de junio sino los legisladores.
“Tampoco fue el INE quien redactó una pregunta confusa”, destacó, al tiempo que recordó que el cuestionamiento fue elaborado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La institución electoral destacó que tampoco retrasó la promoción de la consulta debido a que fue el Congreso de la Unión quien decidió que la convocatoria entrara en vigor hasta el 15 de julio.
“En virtud de lo anterior, las y los integrantes del Consejo General del INE consideramos que esta primera experiencia ha sido exitosa y representa un motivo de orgullo para la ciudadanía y para nuestra democracia. Por ello rechazamos las acusaciones y descalificaciones que se han realizado en contra de la institución, así como en contra de las consejeras y consejeros que integramos el máximo órgano de dirección del Instituto, pues en el INE se adoptan de forma colegiada y con plena transparencia. Refrendamos así nuestro compromiso inquebrantable con la democracia y la ciudadanía mexicanas”, concluyó el comunicado.
La otra crisis, la del TEPJF
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) es la máxima autoridad en materia electoral. Es el órgano que resuelve las controversias, protege los derechos político-electorales de las y los ciudadanos e imparte justicia en el ámbito.
Es por ello que varias de sus resoluciones -como la anulación de las candidaturas de Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón- también han causado reacciones.
El 3 de noviembre de 2020, el magistrado José Luis Vargas Valdez fue elegido como el nuevo presidente del Tribunal durante cuatro años en sustitución de Felipe Fuentes Barrera, quien no alcanzó el suficiente apoyo para una reelección.
En una sesión privada que se realizó exclusivamente para la elección del nuevo presidente, Vargas Valdez fue elegido con cuatro votos a favor, superando al magistrado Reyes Rodríguez que solo obtuvo tres.
De esta manera, se mantenía el control del bloque dominante integrado por Mónica Soto, Felipe de la Mata y los propios Vargas y Fuentes, quienes tenían una disputa abierta con los ministros Janine Otálora, Indalfer Infante y Reyes Rodríguez.
El bloque encabezado por Vargas se ha caracterizado por adoptar decisiones favorables en turno. Por ejemplo, a propuesta de Vargas el Tribunal perdonó la entrega de “tarjetas rosas” mediante las cuales se prometieron dádivas en las elecciones de 2017 en el Edomex y en Coahuila, que ganaron gobernadores priistas.
En 2019, fue el autor de la resolución que pretendía echar para atrás la elección de Puebla y ordenar unas nuevas, cuando obtuvo el triunfo la fallecida Martha Ericka Alonso, del Partido Acción Nacional (PAN), sobre el morenista Miguel Barbosa, hoy gobernador de la entidad.
El pasado 13 de octubre, el magistrado hizo público su proyecto que confirmaba la sentencia del Instituto Nacional Electoral (INE), de negarle el registro a México Libre como partido político, organización liderada por Margarita Zavala y el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Pero además, Vargas Valdez llegó a la presidencia del Tribunal en medio de acusaciones de presunto enriquecimiento ilícito, por lo que ha recibido el mote de “magistrado billetes”.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) encabezada por Santiago Nieto, encontró que el magistrado cuadriplicó sus ingresos en cuatro años. En abril del 2013, cuando Vargas Valdez ejercía como abogado de asuntos electorales, declaró ingresos por 1 millón 791 mil pesos. Pero para 2017, ya como magistrado electoral, sus ingresos declarados se cuadruplicaron, al reportar 7 millones 270 mil 317 pesos.
La UIF también tiene registros de movimientos irregulares de dinero por 14 millones de pesos entre 2016 y 2018, en una tarjeta American Express a nombre de José Luis Vargas.
Por lo anterior, la dependencia había solicitado que se congelaran sus cuentas, ya que había discrepancias fiscales entre sus ingresos y cuentas bancarias.
El pasado 28 de julio, cuando se desarrollaba la sesión de la Sala Superior del Tribunal en la que discutía el proyecto de paridad de género del organismo público electoral local de Tamaulipas, la magistrada Mónica Soto pronosticó que sería rechazado, pero el magistrado Vargas tomó la palabra para asegurar que él votaba de manera independiente y “no en manada”.
“Yo quisiera decirle a la magistrada Soto Fregoso que, en aras de su presagio de que todos votaremos en contra, yo le diría que, en mi caso, no es así. Es decir, yo sí, lo aclaro, mi voto es independiente. Mi voto no va en grupo o en manada. Mi voto es responsable a partir de cada caso concreto”, aseguró José Luis Vargas.
Sus declaraciones desataron la molestia y el reclamo de los integrantes del máximo Tribunal Electoral (Janine Otálora Malassis, Felipe Fuentes, Felipe de la Mata, Reyes Rodríguez e Indalfer Infante) quienes defendieron la independencia de sus votos y pidieron respeto. Y aunque José Luis Vargas “pidió disculpas”, mantuvo una actitud retadora con el resto de los magistrados.
“Por supuesto, no estoy refiriendo simplemente el voto, el bloque. Si eso le ofendió, le pido una disculpa, simplemente fue, y no se lo dije a partir de su voto, sino a partir de un voto que anticipó la magistrada Soto que sería unánime”, dijo.
“Simplemente establecí que, en mi forma de votar, yo no voto como manada. Eso fue lo que dije respecto de mi votación. No me referí a su votación ni a la del resto de los integrantes de este pleno”, añadió.
Todos los magistrados se sumaron al reclamo contra Vargas Valdez, pero los comentarios de Indalfer Infante, el último que se pronunció, exhortó al Pleno a cuidar las formas, “más a usted presidente, que es la cara del Tribunal”, enfatizó.
Este último comentario hizo explotar a Vargas quien, en un tono retador, aclaró nuevamente que su expresión se refirió a que él no vota con nadie y que sus votaciones no pueden ser utilizadas para decir que vota en bloque.
“Si no ha quedado clara la aclaración, le pediría que vaya a la versión estenográfica. También, por favor, evitemos seguir haciendo algo o generando un tema donde no lo hay… y le pediría a usted que respete y me respete, porque también creo que tengo derecho a pronunciarme”, concluyó.
La tensión entre los integrantes de la Sala Superior del Tribunal llegó a su clímax el miércoles 4 de agosto, cuando cinco de siete magistrados destituyeron de la presidencia a José Luis Vargas, y nombraron en su lugar al magistrado Reyes Rodríguez Mondragón.
Los magistrados Janine Otálora, Reyes Rodríguez, Felipe Fuentes, Felipe de la Mata e Indalfer Infante, argumentaron que su decisión fue debido a la pérdida de confianza por las constantes irregularidades en las labores de Vargas Valdez.
Por su parte, él desconoció su remoción al asegurar que la sesión para removerlo “es nula de pleno derecho”, además de que el nombramiento de Reyes Rodríguez Mondragón como nuevo magistrado presidente del TEPJF, “constituye el ejercicio ilícito de funciones”.
“Somos jueces constitucionales y tenemos que actuar a la altura, los albazos no son la forma de resolver las diferencias”, aseguró Vargas en un video difundido en la noche por redes sociales.
Más tarde, el organismo informó que el magistrado presentará una controversia ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que sea ésta la que se pronuncie sobre la legalidad de su remoción.
El caso fue tocado al día siguiente, el jueves 5 de agosto, durante la mañanera del presidente López Obrador.
El Jefe del Ejecutivo insistió en la necesidad de una reforma al Instituto Nacional Electoral (INE) y al TEPJF debido al “nivel de descomposición” que los invade e incluso, dijo que los magistrados deberían renunciar por dignidad.
“Hay una situación de crisis en el Tribunal Electoral, una descomposición, de ahí la necesidad de reformar tanto al INE como el Tribunal Electoral. Me enteré ayer que se reunieron los magistrados y destituyeron al presidente, y resulta que el presidente que eligieron en una ocasión me insultó, y lo comento para probar las características de las personas que ocupan estos cargos tan importantes”, dijo.
Aseguró que el nivel moral de los magistrados es “degradante” luego de mostrar un supuesto tuit emitido por el nuevo presidente del TEPJF, Reyes Rodríguez Mondragón, quien habría insultado al mandatario en sus redes sociales.
“Ojalá ya se muera ese viejo c*lero de palacio nacional”, se lee en el tweet con fecha del pasado 05 de octubre de 2020, mismo que Rodríguez negó haberlo redactado ya que, declaró, su cuenta había sido hackeada. Actualmente, la publicación ya no se encuentra disponible.
“(...) El nivel moral de los jueces magistrados electorales del organismo que es la última instancia cuyas resoluciones son definitivas (...) Es degradante”, arremetió López Obrador.
“(Los magistrados y consejeros del INE) ganan como dos o tres veces más que yo, y están colmados de atenciones, de privilegios, pero ya es tiempo que las cosas cambien. Ellos mismos deberían renunciar todos por dignidad, por respeto a los ciudadanos, no pueden mantener esa conducta inmoral. Sí es un asunto lamentable, que da vergüenza”, dijo.
Aseguró que la destitución de Vargas Valdez y lo sucedido con Reyes Rodríguez, es una prueba de que su gobierno no ha intervenido en las decisiones de las instituciones electorales.
“Anteriormente el INE estaba subordinado al presidente, el Tribunal dependía del presidente (...) Y todavía nuestros adversarios, los del bloque conservador, hablan de dictadura cuando nunca, en la historia reciente, ha habido tanta libertad y respeto a otros poderes. Nunca”, señaló.