El COVID-19 es ya la catástrofe más costosa de la historia de las aseguradoras con un monto de 2 mil 495 millones de dólares, por arriba de huracanes y terremotos, “y aún no termina”, aseguró Edgar Karam, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
Reveló que en los últimos 18 meses, la pandemia sobrepasó los daños causados por el huracán Wilma en 2005 (de 2 mil 400 millones de dólares), y del terremoto del 19 de septiembre de 2017, cuyos daños ascendieron mil 300 millones de dólares.
La diferencia, indicó, radica en que las catástrofes anteriores han ocasionado principalmente daños patrimoniales, en edificios, casas, o infraestructura.
Sin embargo, por los casos de COVID, las aseguradoras están tratando daños en personas, por seguros de gastos médicos mayores y de vida, siendo este último donde más altos han sido los costos, al grado que un solo caso se ha indemnizado con 68 millones 520 mil pesos.
En lo que se refiere a las cifras al cierre de septiembre, Edgar Karam indicó que se han atendido a 165 mil 425 familias a las que se le ha pagado un monto de 50 mil 49 millones de pesos, por concepto de seguros de vida y de gastos médicos mayores.
De manera particular, destacó que en seguro de gastos médicos se han atendido a 42 mil 537 casos, por los cuales se han pagado un monto 21 mil 266.3 millones de pesos, donde el gasto promedio por atención médica y hospitalización ha sido de 499 mil 949 pesos.
La cobertura donde el monto mayor pagado por atención médica fue de 40 millones 587 mil 145 pesos, caso en el que lamentablemente el paciente no sobrevivió.
Sobre el seguro de vida, indicó que se han atendido a 122 mil 888 familias o deudos de personas fallecidas por COVID, a quienes se les ha pagado 28 mil 783.1 millones de pesos.
En estos casos, el monto promedio de los seguros fue de 234 mil 223 pesos, donde el monto mayor que se ha pagado ascendió a 68 millones 520 mil pesos.
Destacó que en los fallecimientos persiste la tendencia de que 70 por ciento sean hombres y 30 por ciento mujeres; y con respecto a las edades, reiteró que incluso cuando ha habido un repunte en jóvenes y niños, el sector de la población asegurada con mayor número de decesos es el de 50 a 69 años, lo que equivale a 61 por ciento del total de casos.
Consideró que aun cuando el COVID podría desequilibrar las finanzas de cualquier familia, la cobertura sigue siendo baja, pues sólo 10 millones 600 mil mexicanos cuentan con un seguro de vida individual.