La habitual lluvia de meteoros de las Leónidas alcanzará su máxima actividad en las noches del 16 y 17 de noviembre, aunque la cercanía del plenilunio restará este año visibilidad al fenómeno.
Visible entre el 6 y el 30 de noviembre todos los años, estos meteoros que chocan contra la atmósfera terrestre provienen del cometa 55P/Tempel-Tuttle, que tarda 33,2 años en dar una vuelta completa en su órbita. La última vez que transitó cerca de nuestra órbita fue en el año 1998 y no será hasta 2031 cuando podamos ver una gran lluvia de estrellas en el mes de noviembre como ya ocurrió en 1833 en América del Norte, informó "Meteored".
Su tasa de actividad será modesta en comparación con otras lluvias de estrellas y oscilará entre los 10 y 20 meteoros por hora. Su pico máximo será dos días antes del plenilunio del 19 de noviembre, por lo que este año no será el más idóneo para su observación. Pese a ello, cuando la Luna empiece a ponerse tras el horizonte, a las 1:55 horas, las condiciones serán algo más favorables.
El tamaño de las Leónidas varía y puede oscilar entre un milímetro y varios centímetros. Cuando entran en nuestra atmósfera se desintegran, ya que viajan a grandes velocidades que pueden ir entre los 20 mil kilómetros por hora y los 71 kilómetros por segundo. Si su tamaño es mayor y no se desintegran dentro de nuestra atmósfera pasan a denominarse meteoritos.