“La justicia siempre llega. Tarde, pero seguro llega”, son dichos que se pregonan ante una situación negativa causada por alguien. Sin embargo, pocas veces puede ejemplificarse al cien. Por ello, el caso de un padre de Colombia que buscó durante 26 años al asesino de su hija y que lo encontró ha causado conmoción. ¿Cómo logró dar con él? ¿Y las autoridades?
Esta historia comenzó cuando Nancy Mestre, una joven colombiana que estudiaba el bachillerato, fue abusada sexualmente y asesinada un 1 de enero de 1994.
El hombre que la asesinó, Jaime Saade Cormane, fue detenido en 2020 en Belo Horizonte, Brasil. Pasó 26 años prófugo. Sin embargo, el padre de la joven se encargó de buscarlo para que pagara por lo cometido contra su hija.
De acuerdo con ‘Clarín’, el hombre “fue condenado a 25 años de prisión por el delito de homicidio y 2 años por acceso carnal violento”. Sin embargo, por el momento el hombre aún no es extraditado desde Brasil a Colombia, por lo que temen a que el delito prescriba (el cual tiene límite para julio 2023).
Pero ¿cómo fue que el padre de la víctima decidió buscar al victimario? Martín Mestre es el padre de la joven que por años buscó al asesino de su hija. La última vez que vio a su hija fue en la puerta de su casa, luego de brindar por el año nuevo.
La joven había pedido permiso para celebrar el Año Nuevo fuera de casa con su pareja Jaime Saade. Pidieron que regresara a las tres. Sin embargo, nada de esto ocurrió.
El hombre despertó y descubrió que su hija no había llegado a casa. Así que de inmediato comenzó a buscarla.
“La madre de Jaime estaba limpiando el departamento de su hijo, anexo a su casa. En el amanecer del primer día del año. Estaba todo el suelo mojado. La mujer lo miró y le dijo: su hija tuvo un accidente, está en la Clínica del Caribe”, relató el padre de la joven.
Cuando llegó al médico, el victimario le dijo que su hija se había intentado suicidar y que se había disparado a sí misma.
Pasaron algunos días hospitalizadas, pero falleció. Después de ello, Jaime Saade desapareció. Las autoridades determinaron que la joven no se había quitado la vida. Había sido asesinada y abusada sexualmente.
“En 1996, un juez colombiano condenó a Saade por el homicidio y la violación de Nancy Mariana, a 27 años de cárcel, a pesar de estar desaparecido. El suicidio fue descartado”, informó ‘El País’.
Ante la desaparición y la sentencia, el padre de familia comenzó a buscar al agresor. Se metió a estudiar un curso de inteligencia; hizo cuatro perfiles falsos en redes sociales; se acercó a la familia Saade. Todo para hallar al agresor.
Con ayuda de dos coroneles que lo ayudaron con la investigación, el padre de la joven logró dar con Saade en Belo Horizonte, Brasil. Esto tras analizar conversaciones y publicaciones de familiares del hombre.
Incluso, la Interpol siguió su pista. El feminicida ya no se llamaba Jaime Saade, ahora se nombraba Henrique Dos Santos Abdala. Estaba casado y tenía dos hijos. Las autoridades brasileñas lo investigaron y por una huella descubrieron que se trataba de él.
Actualmente están en espera para la extradición del hombre a Colombia, pues aún no se toma la decisión de ello:
“Dos jueces votaron a favor de la extradición y dos en contra. El quinto estaba de licencia y la justicia dicta que los empates siempre favorecen al condenado”, informó El País.