Es sabido por todos, que muchos de los grandes inventos de la humanidad han ocurrido por accidente o por alguna casualidad que propició la aparición de ese evento particular. Por citar algunos eventos, podemos mencionar sobre el descubrimiento de la penicilina por Alexander Fleming quién encontró su efecto antibiótico, sobre un cultivo bacteriano. O tal vez, sucesos que no ocurrieron en la realidad y fueron producto de un sueño, como es el caso de August kekulé, quien contó que descubrió la estructura química del benceno (que en ese entonces había sido imposible de dibujar), mientras dormía, soñó a tres serpientes que mordían en la cola entre ellas mientras formaban un círculo.
Uno de los problemas principales a loas que se ha enfrentado la tecnología en el ramo de la energía y su almacenamiento, es la incapacidad de volver hacer funcionales a las baterías viejas, es decir de extender su promedio de vida, pero este problema parece que se ha resuelto al fin.
La Universidad de California Irvine (UCI) informó que una de sus estudiantes del área química de nombre Mya Le Thai, quién es candidata al grado doctor y pertenece al selecto grupo del Dr. Penner, pudo haber inventado una batería que podría ser “eterna”, debido a que su tiempo de vida es de 400 años y puede ser recargada infinitas veces.
El problema que necesitaba una solución
Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los fabricantes y consumidores es que, por ejemplo en el caso de los coches eléctricos y dispositivos que requieren baterías, es que el ciclo de recargas finito, una vez completado el ciclo, las baterías deben ser desechadas, es complicado reciclarlas y representan un material que es muy contaminante para el ambiente y las personas.
La solución a este problema sería que exista una batería con mejor tecnología para que pudiera recargarse infinitas veces, para que así se pudieran reducir los costos de producción y la grave contaminación a la naturaleza.
La mayoría de las baterías pueden ser recargadas desde 1,000 a 7,000 u 8,000 mil veces, dependiendo de la tecnología empleada, esto debido a su naturaleza química. Una vez que la batería cumple ese número de recargas, queda inservible.
Batería infinita
Ante este panorama, la estudiante de doctorado Mya Le Thai. Encontró una forma para fortalecer los nanocables de oro (el oro es considerado un super conductor), que otros investigadores estaban utilizando sin conseguir éxito buscado, pues estos se rompían con facilidad. Para generar una estructura más robusta, roció una capa de dióxido de manganeso, después envolvió a los cables en un electrolito hecho por un gel parecido al plexiglás. Pasó lo inesperado, pues al trabajar de manera conjunta con esta mezcla, logró que los nanocables de oro fueran irrompibles.
Continuando con el experimento, la estudian del doctorado de química, puso a prueba esta batería de nanocables de oro y durante más de 3 meses la expuso a a cargas y descargas, hasta llegar a las 200, 000 recargas, una cifra extremadamente alta, en comparación a las baterías comunes, que solo puede soportar de 6,000 hasta 8,000 recargas.
Con esto, futura doctora había inventado una batería que puede considerarse infinita y puede ser aplicada a las batería convencionales de litio, que son las que usamos en la actualidad. Esta tecnología puede ser aplicada a las baterías de los coches y teléfonos que usamos de forma masiva.