Hoy reconocemos el riesgo climático como la probabilidad de que eventos climáticos extremos o cambios en los patrones climáticos tengan impactos negativos en sistemas naturales o humanos. Estos eventos extremos pueden incluir sequías, inundaciones, tormentas intensas, olas de calor, entre otros eventos que poco a poco empiezan a ser comunes.
La vulnerabilidad al riesgo climático está relacionada con la región, la comunidad, la calidad de los ecosistemas y, la capacidad de enfrentarlos y recuperarse de sus impactos.
El cambio climático, impulsado principalmente por la emisión de gases de efecto invernadero consecuencia de las actividades humanas principalmente movilidad y energía, ha aumentado la frecuencia e intensidad de muchos de estos eventos climáticos extremos. Como resultado, el riesgo climático se ha vuelto un tema central en las discusiones sobre políticas públicas, planificación urbana, gestión de desastres y desarrollo sostenible, o al menos debería.
Desde el 2015, se presentó el marco de Sendai, acuerdo internacional que reconoce al cambio climático como un factor importante en la potencia y cantidad de fenómenos adversos climáticos que pueden representar un riesgo para las comunidades humanas. Las acciones recomendadas ya no son sólo de la mitigación y la adaptación, deben llevar un enfoque ligado a la protección civil y de prevención de riesgo de desastres, lo hace obligatorio para los gobiernos.
Otro tipo de acciones importantes es la gestión de riesgos y desastres mediante el desarrollo de planes y estrategias para enfrentar eventos climáticos extremos cuando ocurren, minimizando así su impacto en las vidas y los recursos.
Tambien el reforzar la educación y sensibilización climática, concientizar a las personas sobre los riesgos climáticos y las medidas que pueden tomar para reducir su vulnerabilidad y adaptarse a los cambios climáticos, hacernos resilientes.
En este aspecto es muy importante la cooperación internacional, el riesgo climático es un desafío global que requiere la colaboración entre países para abordar sus causas y efectos, no sólo en materia de presupuesto, también en temas de investigación y monitoreo, el seguimiento constante de los patrones climáticos y la investigación científica son esenciales para comprender y prever los riesgos climáticos futuros.
Es importante destacar que el riesgo climático puede variar en diferentes regiones del mundo debido a factores geográficos, socioeconómicos y políticos, y las estrategias de abordaje deben adaptarse a las circunstancias específicas de cada lugar.
El atender la crisis climática desde la perspectiva de riesgo es una de las mejores herramientas que tenemos hoy en día ya que considera el costo de la inacción, donde al hacer un balance ha quedado demostrado que el no hacer nada sale más caro a presente y a futuro, y es un tema que pronto será tema general, o al menos eso espero.