Relato de una familia secuestrada 12 horas tras detenerse en la México-Cuernavaca

28 agosto 2023
Noticias de Yucatán. 

La familia Manzanera Palacios fue secuestrada a las 10 de la mañana, el pasado 21 de agosto en la autopista México-Cuernavaca, a la altura de Tres Marías. Papá, mamá y dos hijos de 4 años, viajaban en una camioneta Honda CRV de color azul y se dirigían de vacaciones hacia Acapulco. Se detuvieron en Tres Marías para darle su medicina a uno de los pequeños, cuando fueron abordados por tres delincuentes armados. A todos los pasaron a la parte de atrás del vehículo. Los llevaron a una zona boscosa donde cambiaron de auto y tras pedirle los números de nips de sus tarjetas de crédito se las llevaron para robarles el dinero, mientras ellos se quedaron en el coche vigilados por uno de los asaltantes.

Fueron 12 horas de plagio, hasta que finalmente los ladrones abandonaron a la pareja y sus hijos por la noche en la esquina de las calles Ferrocarril y Bugambilia en San Miguel Topilejo, se robaron su camioneta, maletas y laptops. Los afectados fueron auxiliados por la policía y acudieron a denunciar los hechos al Ministerio Público.

En Twitter, el padre afectado, narra la historia de los hechos:

"Hoy es el primer día del resto de nuestras vidas". Una frase trillada pero que para mi familia hoy tiene mucho sentido. Acabamos de tener la peor experiencia de nuestras vidas y aunque tengo miedo de contarla, quiero hacerlo para evitar que otros la vivan. 

La verdad ya había escrito un hilo largo pero me arrepentí de publicarlo. Nos amenazaron mucho de no hablar de más. Por lo que omitiré casi todos los detalles. Pero las lecciones aprendidas son importantes y hay que compartirlas porque a CUALQUIERA le puede pasar. Es aleatorio.

Mis hijos de 4 años querían ir a alguna playa en el verano, por lo quepedimos vacaciones una semana para ir a Acapulco en coche. Salimos el lunes por la mañana por la autopista de cuota rumbo a Cuernavaca. Uno de mis hijos estaba teniendo un episodio de alergia y asma...

Por lo que quise detenerme para buscar en la cajuela un Kleenex y su inhalador. Me orillé en un punto donde el acotamiento se hacía un poco más ancho y mientras yo abría la cajuela, salieron de los matorrales tres tipos armados que me encañonaron para subirme al coche.

Nos secuestraron durante todo el día en la camioneta que nos prestó mi suegra. Nos quitaron todo, la camioneta, los teléfonos, laptops, tarjetas, todo lo que pudieron sacar de ellas pidiendo créditos en cajeros, todo. Pero, lo peor es que nos hicieron creer que nos iban a matar.

Muchas veces estuvimos seguros de eso mi esposa y yo. Nos tuvieron muchas horas en un campo donde se escuchaban balazos. “No todos se portan tan bien como ustedes”, nos decían. Teníamos las caras tapadas y no vimos nada.

Después de todo un día de estar privados de la libertad, en pánico, amedrentados, abrazando a nuestros hijos pensando que sería ser la última vez, nos movieron a otro lugar en donde nos dijeron que tal vez pasaríamos la noche, pero después nos movieron a otro coche.

En ese coche nos llevaron a una zanja hasta arriba de un cerro en las afueras de la ciudad. Ya era de noche, hacía frío y empezaba a llover. Nos dijeron que esperáramos a que volvieran pero después de esperar un rato decidimos que si queríamos vivir más, valía movernos.

Empezamos a bajar el cerro hasta empezar a cruzar propiedades cercadas con miedo de estar entrando en donde no debiéramos y ahí una familia nos ayudó a conseguir alguna forma de volver a nuestra casa, algo que durante casi todo el día parecía que nunca volveríamos a hacer.

Hoy estamos vivos y eso es lo importante. Todo lo demás sobra. Tenemos mucho miedo de vivir en un país que realmente está gobernado por el crimen organizado, aunque le duela a los defensores del presidente o de cualquier partido, es la realidad.

Yo quiero mucho a México, pero ya tiré la toalla con este país. Pero aprendimos muchas cosas y quiero dejarlas aquí como recomendaciones:

- Si van a viajar por carretera, no paren. Ni el tramo aparentemente más seguro de una carretera de cuota es seguro. Es mejor parar en una caseta o gasolinera o incluso hacer pipí en un vaso que parar. En serio.

- No viajen con más de una tarjeta si no la van a necesitar. Es sobreexponerse.

- Sépanse bien sus NIPs. No saberse uno les puede costar la vida en una situación así.

- Es una tontería tener en el teléfono las apps de todas tus cosas, cuentas, etc. Tuvimos suerte de no tener nada más que la app del banco, pero piensen toda la información que tienen en sus teléfonos y que en una situación así, tendrán horas para explorarlos.

- Tengan clara una versión común de respuestas con sus parejas. Si nos hubieran separado y hubiéramos dicho algo que no coincidiera de dónde vivimos, a qué nos dedicamos, etc. no quiero pensar qué hubiera pasado. - Y sobre todo, extremen cuidados y estén alerta...

Lamentablemente vivimos en un lugar donde no se puede bajar la guardia nunca. Esas cosas están más cerca de lo que pensamos. Seguro muchas veces hemos pasado al lado de un coche que lleva una familia apanicada en el piso del asiento trasero, sin darnos cuenta.

Gracias por leer y si saben de alguien que vaya a viajar en carretera, adviértanle."

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