Un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, conocido por sus siglas en inglés como el CSIS (un comité de expertos estadounidenses) ha analizado cuatro instalaciones en Cuba por su posible relación con la actividad de vigilancia de China en la isla.
El comité de expertos ha examinado diferentes imágenes de satélite de dichas localizaciones. El grupo ha identificado infraestructuras que podrían equipararse con el equipamiento que se emplea para interceptar señales desde localizaciones cercanas a los Estados Unidos.
Aun así, el informe afirmaba que sus conclusiones se basan en el tipo de equipamiento y distribución presente en las imágenes. Las imágenes de satélite mostraban varias antenas y parabólicas colocadas en posiciones lineales o circulares.
Los expertos del comité creen que las localizaciones de estas estaciones son ideales para interceptar las comunicaciones de muchas de las instalaciones militares, del programa espacial y de tipo comercial de Florida.
A pesar de eso, el informe subraya que las comunicaciones militares están demasiado encriptadas como para poder ser oídas. Aun así, China podría conocer la frecuencia y dirección de esos mensajes y acceder a la información de la base de la NASA en Cabo Cañaveral.
El informe describió tres instalaciones en la periferia de La Habana. Algunas de ellas estuvieron activas durante la Guerra Fría, e incluso albergaron armas nucleares soviéticas durante la Crisis de los Misiles de Cuba.
La primera localización era la de Bejucal, donde una vez se almacenaron los misiles soviéticos. El CSIS descubrió un campo con más de 13 parabólicas y antenas, cuyas orientaciones han variado en muchas ocasiones a lo largo de los últimos dos años.
Otra localización cercana a La Habana es la de Wajay. El CSIS identificó dos puestos vigilados, una entrada con puesto de control, edificios, almacenes y campos de antenas.
Hay tres puestos vigilados alrededor del perímetro de la tercera instalación cercana a La Habana: Calabazar. La instalación incluye un campo de antenas parabólicas y varios receptores con diferentes orientaciones.
La cuarta instalación identificada por el CSIS se encuentra en la parte más al este de Cuba, una localización ideal para interceptar comunicaciones de la base estadounidense de la Bahía de Guantánamo, situada en ese lado de la isla.
El CSIS explicó también que El Salao se encuentra ahora bajo construcción. El comité afirma que se trata de un campo circular con tres círculos concéntricos para instalar equipamiento de espionaje.
El gobierno de Estados Unidos confirmó la existencia de bases espía en Cuba en 2023, después de que The Wall Street Journal publicara un artículo afirmando que el país asiático había pagado millones a Cuba por ello.
