Cómo hemos mencionado antes, la moringa, conocida científicamente como moringa oleifera, es una planta originaria del norte de India, a la que se le atribuyen múltiples beneficios para la salud por lo que ha sido utilizada tradicionalmente en la medicina ayurvédica.
Sus hojas, vainas, semillas, flores y raíces son comestibles y se utilizan en diversas aplicaciones medicinales y culinarias.
Y es que la moringa contiene vitamina A, C, E y varias del grupo B, es una importante fuente de calcio, potasio, hierro, magnesio y zinc y posee un alto contenido proteico, incluyendo aminoácidos esenciales. Además añade compuestos como la quercetina y el ácido clorogénico.
Es gracias su densidad nutricional que la moringa se usa como un suplemento para combatir la desnutrición y otros males pues se le atribuyen innumerables beneficios para la salud, entre los que se encuentra la salud de dos importantes órganos: el hígado y los riñones.
Es por eso que aquí te decimos cuál puede ser el impacto tanto positivo como negativo de consumir moringa en estos órganos.
Cuáles son los efectos de la moringa en el hígado y los riñones
Como mencionamos antes, la moringa es una planta valorada por sus propiedades nutricionales y medicinales y sus efectos en el hígado y los riñones, que han sido objeto de varios estudios científicos, son los siguientes:
Efectos en el Hígado
Propiedades Hepatoprotectoras: La moringa contiene antioxidantes como la quercetina y la vitamina C, que pueden proteger el hígado contra el daño oxidativo causado por toxinas. Estudios en ratas han mostrado que la moringa puede reducir los niveles de enzimas hepáticas elevadas, indicadoras de daño hepático.
Reducción del Estrés Oxidativo: La presencia de compuestos antioxidantes puede ayudar a minimizar el estrés oxidativo en las células hepáticas, mejorando la función del hígado y ayudando en la regeneración celular.
Mejora de las Enzimas Hepáticas: Entidades como alanina aminotransferasa (ALT) y aspartato aminotransferasa (AST) pueden normalizarse con el consumo de moringa, indicando una función hepática más saludable.
Efectos en los Riñones
Detoxificación: La moringa puede actuar como un agente detoxificante, ayudando a eliminar las toxinas acumuladas en los riñones, lo cual es vital para la salud renal.
Protección Renal: Estudios en animales sugieren que la moringa puede proteger los riñones de daños inducidos por medicamentos nefrotóxicos como el paracetamol y los antibióticos, reduciendo inflamaciones y estrés oxidativo en el tejido renal.
Regulación de Niveles de Urea y Creatinina: La moringa puede ayudar a mantener los niveles normales de urea y creatinina, marcadores cruciales para evaluar la función renal. Esto sugiere que la moringa tiene el potencial de mejorar la función renal general.
Cuáles son los efectos negativos que puede tener la moringa en el hígado y los riñones
Y aunque la moringa tiene numerosos beneficios, es importante considerar también sus posibles efectos adversos, especialmente en el hígado y los riñones.
Contras en el Hígado:
Toxicidad Hepática: Aunque la mayoría de los estudios indican beneficios, algunos estudios sugieren que el consumo en altas dosis puede tener efectos hepatotóxicos.
Interacciones Medicamentosas: La moringa puede interactuar con medicamentos metabolizados en el hígado, afectando su eficacia o incrementando sus efectos tóxicos.
Sobrecarga de Antioxidantes: El exceso de antioxidantes puede, paradójicamente, causar estrés oxidativo si se consumen en cantidades extremadamente altas.
Contras en los Riñones:
Efectos Diuréticos: La moringa tiene propiedades diuréticas que, si se consumen en exceso, pueden conducir a deshidratación y desequilibrio electrolítico.
Posible Toxicidad Renal: Estudios en animales han mostrado que el consumo excesivo puede causar algún grado de daño renal, aunque estos efectos no son concluyentes en humanos.
Interacciones con Medicamentos Renales: Puede interferir con la absorción y efectividad de ciertos medicamentos para enfermedades renales, potencialmente agravando la condición del paciente.
Consideraciones Generales:
Es fundamental consumir moringa en dosis recomendadas y consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación, especialmente si se tienen condiciones hepáticas o renales preexistentes y a pesar de que no se tengan es muy importante tener cuidado con no consumir dosis mayores a las saludables, pues puede tener efectos secundarios.
La dosis saludable dependerá en gran medida de tus necesidades y estilo de vida por lo que es importante consultar con un especialista.
Asegurarse de que el producto tenga buena procedencia, ya que contaminantes o adulterantes pueden exacerbar efectos adversos.