Un cocodrilo de 5 metros de largo mató a Rusdi Tambah, un pescador de 45 años, en el río Matamba en Malasia. El gigantesco reptil arrastró al hombre bajo el agua y se negó a soltar su cuerpo, desatando una operación de rescate que terminó con la muerte del animal.
El ataque ocurrió ayer por la mañana, cuando Rusdi pescaba en la orilla del río. Según testigos, el cocodrilo acechó al pescador antes de lanzarse y atraparlo.
Equipos de rescate, compuestos por bomberos y oficiales del departamento de vida silvestre, se desplegaron rápidamente para localizar al cocodrilo. Tras una intensa búsqueda, encontraron al animal a unos 60 metros del lugar del ataque.
A pesar de los esfuerzos de los rescatistas, el cocodrilo no soltó el cuerpo de Rusdi, por lo que los oficiales de vida silvestre se vieron obligados a dispararle cinco veces para paralizarlo y poder recuperar el cuerpo.
"Los testigos nos dijeron que la víctima estaba pescando en la orilla del río cuando el cocodrilo lo atacó. Nos vimos obligados a disparar cinco tiros para paralizar al reptil", explicó Sumsoa Rashid, jefe del Departamento de Bomberos de Lahad Datu.
Una vez muerto el cocodrilo, el equipo de rescate ató sus patas y cuerpo con una cuerda para extraer el cadáver de Rusdi de sus mandíbulas. Su cuerpo fue recuperado, cubierto de marcas de mordeduras causadas por los afilados dientes del reptil, y luego envuelto en una tela antes de ser entregado a su familia.
El jefe del departamento de bomberos aprovechó para advertir al público sobre los peligros de realizar actividades cerca del río Matamba, hogar de cocodrilos del estuario. "Instamos al público a estar más alerta cuando realicen actividades cerca del río", señaló.
El cocodrilo fue enterrado cerca del río con ayuda de los residentes locales. Este trágico incidente destaca el creciente problema de los conflictos entre humanos y cocodrilos en las zonas rurales de Malasia, donde los hábitats naturales de estos reptiles, como ríos y estuarios, se superponen cada vez más con las actividades humanas.