La violencia en Sinaloa ha alcanzado niveles alarmantes debido a los recientes enfrentamientos entre las facciones del Cártel del Pacífico, conocidas como Los Chapitos y Los Mayitos. Desde el inicio de los conflictos el 9 de septiembre, las calles de Culiacán y otros municipios han sido testigos de una guerra interna que ha dejado casi 100 muertos y más de 140 desaparecidos, según datos de Sabuesos Guerreras A.C. Sin embargo, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, ha calificado estos eventos como "brotes de violencia" que, asegura, están siendo controlados con el apoyo del gobierno federal y las fuerzas armadas.
Un contexto de inseguridad persistente
Los enfrentamientos entre Los Chapitos y Los Mayitos no son un fenómeno aislado en Sinaloa. A lo largo de los últimos años, la región ha sido un foco de actividad criminal debido a su importancia dentro del narcotráfico. Los recientes hechos de violencia han puesto nuevamente a Sinaloa en el ojo del huracán, con imágenes de hombres armados en las calles y familias atemorizadas buscando refugio.
En este panorama, las declaraciones de Rocha Moya han generado controversia. Durante la inauguración de la presa Santa María, evento al que también asistió el presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum, el gobernador destacó que la situación está bajo control, afirmando que los sinaloenses son "gente de trabajo" y que los hechos violentos son protagonizados por "personas y grupos que gustan de la violencia".
Cifras alarmantes
Las cifras oficiales reportan al menos 88 víctimas en los enfrentamientos entre Los Chapitos y Los Mayitos. No obstante, las organizaciones civiles y los colectivos de búsqueda, como Sabuesos Guerreras, han denunciado que la cifra real de desaparecidos y asesinados podría ser mucho mayor. Según esta organización, desde el 9 de septiembre se han registrado 144 personas desaparecidas en la región, una cifra que no refleja la totalidad del problema.
A pesar de esto, el gobernador Rocha Moya insistió en que los “brotes” de violencia han sido contenidos, agradeciendo el apoyo del presidente López Obrador y la colaboración de las fuerzas armadas en la región.
La respuesta social y los volantes
La tensión en Sinaloa no solo se refleja en las cifras de muertos y desaparecidos. Recientemente, decenas de folletos fueron lanzados desde avionetas en varias ciudades, incluyendo Culiacán y Mazatlán, en los cuales se acusaba a personajes como el gobernador Rocha Moya de estar involucrados en actividades ilícitas. Estos folletos, que mencionaban a figuras del gobierno y a integrantes del cártel, denunciaban delitos como el cobro de cuotas a empresarios y robos a ciudadanos.
El contenido de los volantes, que también incluía números telefónicos para reportar crímenes a la DEA y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ha generado un debate sobre la verdadera situación de la seguridad en el estado y el grado de involucramiento de las autoridades locales con los grupos criminales.
Un llamado a la paz
Durante su discurso, Rocha Moya destacó que madres, maestros, empresarios y jóvenes de Sinaloa le pidieron que solicitara el apoyo de Claudia Sheinbaum para sofocar definitivamente la violencia en el estado. Según el mandatario, este es un llamado que refleja el deseo de paz de los sinaloenses, quienes han vivido años de incertidumbre y miedo.
Sin embargo, las palabras de Rocha Moya parecen contrastar con la realidad que enfrentan los ciudadanos, quienes siguen viendo cómo los enfrentamientos entre Los Chapitos y Los Mayitos afectan su vida diaria. Aunque el gobernador asegura que la situación está siendo controlada, los recientes actos violentos y las denuncias ciudadanas indican que Sinaloa aún tiene un largo camino hacia la estabilidad.
