Silencio y extorsión dejan sin turistas a playas de Tamaulipas

11 marzo 2025
Noticias de Yucatán. 

Aquí, el turismo, como las tortugas, está en peligro de extinción, si no es que ya se considera extinto. Es El Mezquital, en Matamoros, al norte de Tamaulipas, donde el Golfo de México se encuentra con la Laguna Madre, un área de protección de flora y fauna, refugio de la tortuga marina y uno de los tantos paraísos abandonados en la esquina derecha de México.

Miedo en un territorio apoderado por el crimen organizado

Las palapas yacen destruidas, y los restaurantes que alguna vez se levantaron al filo de la playa cerraron con candado por fuera, dejando sillitas, mesas, camastros, estructuras de madera y palma esparcidas como esqueletos.

Al borde de una carretera vacía, un vendedor de ostiones se aferra a los días buenos, los que ya no llegan con la frecuencia de antes.

"Ahorita no, casi no viene gente. Más fines de semana, cuando hace calor", explica. 

—¿Pero no es peligroso? —

"Pues están igual".

Los pescadores y comerciantes son conscientes de que la "maña" domina la zona y la vigila, pero evitan hablar del tema a toda costa. Mientras tanto, la pesca ilegal y el contrabando continúan a todas horas y a los ojos del Cártel del Golfo.

"Gente que está cuidando algo, en el vehículo... reportando carros que pasan de aquí para allá"

—No veo ni policía ni nada—


"¿Dónde? ¿Aquí?"

—¡Sí, aquí! —

"Aquí no hay. Antes había. Antes había hasta doctores".

Ciudad de Rigo Tovar, envuelta en el abandono

El Mezquital es apenas un ejemplo del abandono gubernamental en este municipio tamaulipeco que se extiende a lo largo de 84 kilómetros hasta la Heroica Matamoros, considerada la primera frontera con Estados Unidos y empleada por grupos delictivos para el trasiego de drogas y migrantes hacia Brownsville, Texas.

Rigo Tovar parece mantener viva la memoria con su estatua y los murales que ilustran esta linda región “a orillas del Río Bravo”, pero nada más. 

Lo que fue una bulliciosa Matamoros hoy se traduce en un panorama de locales vacíos, paredes deslavadas y carteles de "Se vende" y "Se renta", lo que claramente es reflejo de una crisis económica que se ha prolongado por lo menos en el último año.

Durante el día, en el primer cuadro de la ciudad, es fácil notar los locales vacíos, restaurantes cerrados y propiedades que parecen rematarse sin éxito.

Una de las razones, de acuerdo con empresarios de la zona, es que no habría algún inmueble ancla o alguna plaza comercial para motivar a la población a visitar el centro. 

Pero pocos se atreven a mencionar la existencia de cuotas, extorsiones y amenazas semanales y mensuales a quienes intentan poner un negocio. Ni siquiera los 200 pesos que les hacen pagar a los comerciantes por vender en la plaza por día.

En entrevista, el presidente de la Cámara de Comercio, Abraham Rodríguez Padrón, admite que el miedo es el protagonista de muchos negocios en esta ciudad.

"Nosotros hemos hecho cooperación con el gobierno para que las empresas que están en esa situación puedan denunciar cualquier hostigamiento o extorsión. Aquel que está sufriendo esta situación de pronto tiene miedo", declara.

Una cifra negra que avanza sobre la ciudad, desdibujando las posibilidades de una pronta recuperación, a pesar de los llamados gubernamentales para denunciar.

"Nosotros lo único que estamos pidiendo es qué garantías hay al momento de denunciar para no tener una situación de confrontación o sufrir algún riesgo físico u otra índole para los empresarios que tengan esa valentía de denunciar", agrega.

Acostumbrado toque de queda 

Cuando el sol se oculta y el reloj marca las ocho de la noche, las calles quedan huérfanas de vida. El bullicio del día se transforma en un silencio pesado que envuelve la ciudad como una niebla. No hay tráfico, no hay risas. Es una pausa inquietante que parece prolongarse hasta el amanecer.

Y donde la música y la celebración se resisten a apagarse, el panorama es distinto. Allí, las fiestas se prolongan bajo la mirada atenta de camionetas y vehículos que patrullan la zona.

Mientras tanto, el esfuerzo municipal está en organizar desfiles, montar a caballo y posar junto a celebridades e influencers. Las imágenes de eventos parecen más destinadas a redes sociales que a sus habitantes.

—Si no hay festival, esto pareciera que está muerto—

"Pues prácticamente (...) pues ya sabe, por todo lo que... 

"La gente que viene de fuera ya no quiere venir, tiene mal concepto de Matamoros. Pero no, todo está bien, está tranquilo. Yo pienso que, pues donde quiera, existe... pues usted ya sabe”, dice Joshua, vendedor de elotes y tostitos preparados en esta ciudad fronteriza.

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