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Nueva especie de ébola en murciélagos podría infectar a las personas

06 septiembre 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy

Investigadores descubrieron en Sierra Leona una nueva cepa del virus del ébola en murciélagos, la cual aseguran que tendría el potencial de infectar a las células humanas,aunque hasta ahora no se han detectado personas enfermas.

Una investigación realizada por científicos de Estados Unidos identificó una nueva especie del virus, llamada Bombali, cuyo hallazgo es el primero de este tipo, y aunque puede infectar a las células humanas, aún se desconoce si resultaría dañino para la salud de las personas.

Tracey Goldstein, director asociado del One Health Institute at the University of California y autor principal del estudio, considera que si se quieren prevenir los brotes de ébola “es importante saber qué especies son huéspedes y pueden contribuir a eliminar el virus”.

Este hallazgo “ayudará a dirigir los esfuerzos para proteger a las personas”, sostiene Goldstein en un artículo publicado este miércoles en la revista sudafricana Health24.

Simon Anthony, profesor de epidemiología en la University of Columbia en la ciudad de Nueva York y coautor de la investigación, afirma que el objetivo es descubrir los virus que tienen los prerrequisitos genéticos para la infección humana y luego priorizarlos para un mayor estudio e intervención.

Los resultados preliminares del estudio fueron anunciados previamente por el gobierno de Sierra Leona y posteriormente publicados en la revista especializada Nature Microbiology.

Hasta ahora se tenía registro de cinco especies conocidas del ébola, por lo que el descubrimiento del Bombali amplía los conocimientos sobre el virus y confirma la creciente evidencia de que los murciélagos son los posibles huéspedes, destacan los investigadores

Los murciélagos infectados no muestran signos de enfermedad, pero pueden arrojar el virus del ébola en la saliva y las heces, sin embargo otros animales y personas también pueden contraerlo si tocan a estos mamíferos vivos o muertos, o si consumen alimentos o agua de los que los murciélagos se han alimentado.

El ébola es una fiebre severa que a menudo es fatal y sus síntomas incluyen sangrado interno y externo, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, vómitos y diarrea.

Los investigadores enfatizan que este descubrimiento no significa que las personas deberían intentar matar o erradicar a los murciélagos, y advierten que, de hecho, hacerlo puede aumentar el riesgo de transmisión del virus.

También destacan que los murciélagos juegan un papel crucial en el control de insectos que pueden transmitir enfermedades y dañar cultivos.
Fuente: Notimex

El ébola reaparece en Congo

02 agosto 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy

La República Democrática del Congo (RDC) ha declarado este miércoles un nuevo brote de ébola tan solo ocho días después de que concluyera el anterior y sin aparente conexión con este, según las autoridades sanitarias. En esta ocasión la epidemia ha surgido en el noreste, en concreto en los alrededores de Mangina, cerca de la ciudad de Beni y no demasiado lejos de la frontera con Uganda, en la región de Kivu del Norte. Hay cuatro casos confirmados y veinte muertos, entre ellos un enfermero.

El ministro de Sanidad congolés, Oly Ilunga, confirmó la reaparición del virus ébola en su país y detalló que en la localidad de Mangina se habían detectado 26 casos de fiebres hemorrágicas, de las que se habían enviado seis muestras al Instituto Nacional de Investigación Biomédica en Kinshasa, donde cuatro dieron positivo. Se trata de la décima epidemia que se declara en la RDC desde que se descubriera esta enfermedad en 1976.

El doctor Alain Musondolya, entrevistado por AFP, aseguró que “los enfermos llegan vomitando sangre, con diarreas y hemorragias nasales. No tenemos insumos para tratarlos y el personal está expuesto al contagio”. El Gobierno congolés ya ha enviado un equipo especializado integrado por 12 personas, cuya llegada está prevista este jueves, mientras que Médicos sin Fronteras y Cruz Roja se preparan para un nuevo despliegue.

Esta castigada región de la RDC sufre desde hace décadas la presencia de decenas de grupos armados mientras que en los últimos dos años se han intensificado las matanzas de población civil. Esta violencia y que Kivu del Norte sea la región más densamente poblada del país, muy cerca de Uganda, hace temer a las autoridades que el control de la enfermedad pueda ser más complicado.

El último brote de ébola en la RDC se declaró el 8 de mayo en Bikoro, región de Ecuador, y luego se extendió a la ciudad de Mbandaka. En el momento de su extinción, el pasado 24 de julio, había provocado 33 muertos y 54 casos. Su control fue posible gracias a la rápida respuesta de las autoridades nacionales y de la comunidad internacional, así como a la vacunación de miles de personas, tanto personal sanitario como contactos de los casos confirmados. Las autoridades han asegurado que, en principio, ambas epidemias no están relacionadas dada la distancia de más de 2.500 kilómetros entre ambas zonas.

El virus ébola es endémico en la RDC, país donde fue descubierto en 1976, pero la peor epidemia de la historia de esta enfermedad se declaró en Guinea en marzo de 2014, se extendió a Liberia, Sierra Leona, Nigeria y Malí y provocó más de 11.000 muertos y de 28.000 contagios, así como una profunda crisis en la Organización Mundial de la Salud que se vio obligada a asumir los errores cometidos por su falta de reacción ante la crisis. El contagio del virus se produce, en primera instancia, de un animal al ser humano y, posteriormente, de persona a persona a través del contacto con los fluidos. Se cree que ciertas especies de murciélagos frugívoros son su principal huésped.
Fuente: El Español

Congo supera el último brote de ébola con un balance de 33 muertos

25 julio 2018

Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy
Se acabó. Por ahora. El brote de ébola que se declaró el pasado mes de mayo en la República Democrática del Congo (RDC) ha terminado de manera oficial este martes después de que pasaran 42 días sin que se detectara ningún caso nuevo y con un balance final de 54 contagios, 38 de ellos confirmados, 33 muertos y 21 supervivientes. Pese a todo, las autoridades mantienen la vigilancia convencidas de que, más tarde o más temprano, un nuevo brote volverá a poner a prueba los sistemas de alerta, detección precoz y gestión frente a esta enfermedad.

La novena epidemia que sufre este país africano desde que se identificó el virus en 1976 comenzó siendo lo que los expertos denominan un “brote clásico” que surgió en una zona rural, en concreto en la zona de Bikoro en la provincia de Ecuador, pero que luego alcanzó la ciudad de Mbandaka. Sin embargo, la utilización por primera vez en el inicio de una epidemia de una vacuna que ya fue probada con éxito en Guinea y la rápida respuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la comunidad internacional han permitido controlar el brote en un tiempo razonable y lograr que no se extendiera más allá de esta región.

El ministro de Sanidad del Gobierno congolés, Oly Ilunga, aseguró que “a pesar de que la amplitud de la crisis a la que nos hemos enfrentado no tenía precedentes, la rapidez y la eficacia de la respuesta puesta en marcha por el Gobierno y sus socios internacionales han sido excepcionales”. En total fueron vacunadas 3.300 personas, lo que permitió romper las cadenas de transmisión.

Por su parte, el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, manifestó en un comunicado que “el brote ha sido contenido gracias a los incesables esfuerzos de los equipos locales, el apoyo de los socios, la generosidad de los donantes y el efectivo liderazgo del Ministerio de Sanidad”.

Luis Encinas, coordinador de Médicos sin Fronteras (MSF) para esta epidemia y experto de esta ONG para el ébola, también se muestra satisfecho aunque prudente. “Hemos conseguido cosas que hace solo un par de años eran inimaginables. En primer lugar, la vacunación ha tenido un impacto indudable en el control del brote y, por otra parte, la respuesta internacional y nacional ha sido contundente desde la declaración de la epidemia, con una buena coordinación”, manifestó.

Pese a ello, Encinas advierte de que no se puede bajar la guardia. “Sospechamos que el brote no se detectó desde un primer momento y eso nos preocupa. Ya estamos esperando otro ébola, es imprescindible mantener la vigilancia. Hemos aprendido que cada epidemia evoluciona de una manera diferente según sean las creencias y costumbres, según la realidad antropológica de la zona. Y la RDC es un país muy complejo, enorme y a la vez fragilizado, con una crisis médico-humanitaria al mes, donde es difícil tener un sistema epidemiológico fuerte a lo que se añade el bajo nivel de formación del personal”, apunta.
Fuente El País

‘Unicornios’ de supervivientes del ébola para crear una vacuna universal

11 julio 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy

Entre 2013 y 2016, un virus provocó una epidemia en África que contagió de miedo a los países más desarrollados. El ébola provocó más de 11.000 muertos en aquel continente, pero la llegada de algunos enfermos a Europa y casos de contagio dentro España como el de la auxiliar Teresa Romero alentaron el miedo a un gran brote en países poco acostumbrados a esta enfermedad. Liberia, Sierra Leona o Guinea soportaron la principal carga de sufrimiento por el brote, pero la amenaza sobre occidente puede tener beneficios globales.

En Madrid, en el Hospital 12 de Octubre, la sangre de tres supervivientes al virus puede ayudar a desarrollar vacunas más eficaces para combatir nuevos brotes de ébola como el que ha golpeado Congo desde mayo. Estos pacientes han desarrollado un tipo de anticuerpos que atacan al ébola en su fase más vulnerable y esos anticuerpos pueden servir para desarrollar una vacuna que no solo ataque a la versión Zaire, la del brote de 2013, sino a otras como la Sudán o la Bundibugyo que provocan síntomas similares.

Rafael Delgado, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital 12 de Octubre, explicaba el mecanismo para desarrollar una vacuna como una táctica bélica contra un invasor que tiene muy pocos puntos débiles. El virus del Ébola se pega a las células de su víctima y la invade, en principio protegido por una capa de proteínas que actúa como un caparazón. El organismo genera anticuerpos para intentar hacer mella en esa capa, pero no suele tener éxito. Pero después, cuando avanza en la invasión celular, tiene un momento de debilidad en el que necesita despojarse de su capa protectora y deja al descubierto otra capa de proteínas más vulnerable. El organismo de los pacientes que sobrevivieron al ébola y han sido seguidos en España fue capaz de producir los anticuerpos necesarios para causar daño al invasor justo en ese momento.

“Estos anticuerpos son muy activos y tienen mucha capacidad de protección, pero se producen en muy poca cantidad”, explica Delgado. Su rareza hace que algunos los hayan bautizado como anticuerpos Unicornio. La idea de Delgado y los miembros de su equipo consiste en crear una vacuna que induzca la producción de un mayor número de estos unicornios para que aniquilen al virus en el tiempo durante el que baja la guardia.

El trabajo de investigación, que se ha realizado en colaboración con la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital de La Paz, también en Madrid, se publica en la revista The Journal Of Infectious Diseases y sus responsables ya están avanzando hacia la creación de una vacuna universal en colaboración con el equipo de Mariano Esteban, del Centro Nacional de Biotecnología. La idea de atacar al virus cuando no tiene protección también podría, según Delgado, servir como estrategia frente al VIH o la gripe, que tienen comportamientos similares. En un año, este estudio, desarrollado en cultivos celulares, podría tener ya un modelo en ratones.
Fuente: El País

En busca del escondrijo del ébola

16 junio 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy
Cuando, a finales de abril de 2016, el último paciente de ébola de la epidemia de África occidental –un niño de dos años– salió de la unidad de tratamiento de Monrovia, en Libera, se respiraba una cierta esperanza cautelosa. Las últimas brasas de la plaga se estaban extinguiendo y había motivos para celebrar. Aun así, perduraba el miedo impotente a lo oculto. El ébola seguía acechando en alguna parte. No sabíamos dónde se escondía ni cuándo iba a volver.

Ahora ha resurgido en la República Democrática del Congo. El virus hizo su aparición en la zona rural del noroeste del país antes de propagarse a Mbandaka, una ciudad de casi 350.000 habitantes. Se cierne el peligro de una nueva epidemia.

El ébola es una enfermedad zoonótica, lo que significa que se puede transmitir de los animales a los seres humanos, a los que ataca de manera fulminante y virulenta. Debido a su implacable naturaleza, a menudo las personas somos el último eslabón de la cadena del virus. Un huésped que enferma de gravedad en un plazo demasiado breve y muere demasiado rápidamente, como es el caso de los humanos, acaba con la capacidad del microbio de pasar a un nuevo organismo. Para seguir siendo una amenaza, este necesita una guarida en la que cobijarse.

Los huéspedes de larga duración en los que el patógeno encuentra su plácido refugio se conocen como especie reservorio. Mientras que las especies reservorio ofrecen al ébola una morada segura, los seres humanos somos su retiro de lujo, un lugar en el que pasar sus últimos días a lo grande. El problema es que desconocemos dónde se encuentra esa morada. Si queremos estar alerta ante la reaparición del ébola, tenemos que descubrirla.

Por el momento, la búsqueda se ha centrado en las zonas boscosas de África, que albergan múltiples reservorios posibles. Tradicionalmente, las sospechas de culpabilidad han recaído sobre todo en los murciélagos, dado su solapamiento geográfico con los seres humanos y el hecho de que pueden portar la enfermedad sin presentar síntomas. A partir de los análisis de una amplia variedad de pequeños mamíferos, murciélagos, primates, insectos y anfibios, diversas especies de murciélagos frugívoros han resultado posibles candidatas.

Un estudio de 2005 publicado en Nature y dirigido por Eric Leroy realizó pruebas a más de 1.000 pequeños vertebrados de África central y halló evidencias de infección asintomática por ébola en tres especies de murciélagos frugívoros, lo cual lo llevó a pensar que tal vez estos animales –que a veces se cazan para consumir su carne– fuesen el reservorio del virus. Junto con el artículo se publicó un resumen del editor con este sucinto título: “El virus del ébola: no coman murciélagos”.

Pero no todo el mundo está convencido de que haya que echar la culpa a estos quirópteros. Algunos investigadores, como Fabian Leendertz, del Instituto Robert Koch de Berlín, trabajan con pruebas circunstanciales que apuntan al murciélago insectívoro Mops condylurus.

En la epidemia de ébola de 2014, la pista del primer caso de la enfermedad –o “caso índice”– condujo a un niño de dos años de Guinea que, al parecer, había estado en la oquedad del tronco de un árbol de cola cercano a su casa antes de caer enfermo. El árbol era un conocido nido de esta clase de murciélagos y un lugar de juego muy frecuentado por los habitantes de la vecindad. El niño murió en diciembre de 2013. En marzo, las autoridades alertaban a la población del brote incipiente. Sin embargo, cuando los investigadores llegaron en abril para examinar el árbol y su fauna, ya lo habían quemado.

También hay especialistas que orientan su búsqueda en otra dirección, ya que no acaban de creerse que los murciélagos sean los culpables. El virólogo Jens Kuhn, del Instituto de Alergia y Enfermedades Infeccionas de Estados Unidos en Fort Detrick, en el estado de Maryland, declaró a Nature que, en su opinión, los murciélagos viven demasiado cerca de los humanos. Si fuesen el reservorio, sería extraño que se hubiesen producido tan pocos brotes de ébola desde que se descubrió el virus hace 40 años.

El investigador cree más bien en otras dos posibilidades: los insectos o los hongos. Como explicó a National Geographic en 2015, su hipótesis es que el virus del ébola se descubrirá en un “huésped extraño”, y que tal vez se esconda en una garrapata o una pulga que pica intermitentemente a los murciélagos, de manera que el traspaso del virus de la fauna salvaje a las comunidades humanas solo se produce de vez en cuando.

No obstante, en general se considera que los murciélagos son la hipótesis más probable, a pesar de que muchas de las pruebas para incriminarlos son circunstanciales.

El hecho de que ciertas especies de murciélagos puedan ser portadoras del ébola es importante. Un cribado realizado en 1996, durante el cual los investigadores inyectaron virus vivos a 24 especies vegetales y 19 animales –como palomas, cucarachas, pequeños mamíferos y lagartijas–, descubrió que los murciélagos podían dar positivo por ébola durante al menos 12 días. Ningún ejemplar murió víctima del virus, y ninguna otra especie demostró ser un huésped tan eficaz.

Esta capacidad de portar el patógeno refuerza la idea de que los murciélagos podrían ser el escondrijo del ébola. Sin embargo, a falta de otras pruebas, no podemos asegurarlo.

La causa de que necesitemos estar seguros de ellos tiene que ver con la predicción y la prevención. Si conocemos la especie reservorio y su hábitat, podremos destinar recursos a las zonas de riesgo, ayudar a las comunidades locales a prepararse mejor, y acabar con la posible exposición al virus educando a las personas que puedan aventurarse en su territorio.

Y aquí es donde entra en juego la cartografía del “nicho zoonótico”.

Estos mapas son una manera de buscar patrones allí donde el ébola sale del bosque y se introduce en las casas que lo bordean. Tales situaciones se conocen con el nombre de “desbordamientos”. Si estudiamos los episodios de desbordamiento del ébola, podremos predecir mejor en qué lugares puede aparecer en el futuro.

Diversos investigadores, entre ellos el epidemiólogo espacial David Pigott, han combinado los valores de una serie de variables ecológicas, como la vegetación, la altitud y la presencia de la supuesta especie reservorio, con las coordenadas geoespaciales exactas de los casos índice para crear un algoritmo que determine qué comunidades pueden estar en peligro.

“Queríamos saber qué otros lugares de África podían encontrarse en la misma situación que Guinea en 2013 y principios de 2014”, explica Pigott, autor principal del mapa del nicho zoonótico del ébola en África. Entonces los médicos se encontraban con casos de infección por ébola, pero no los diagnosticaban correctamente “porque nadie pensaba que la enfermedad pudiese estar en circulación en esa zona”.

En este caso, la aparición del ébola en la República Democrática del Congo no ha cogido por sorpresa “Es una zona en la que suponíamos que podía producirse un brote”, declara Pigott.

Curiosamente, en su modelo la presencia de murciélagos no es el indicio más importante de que se va a producir un desbordamiento. Por el contrario, afirma el científico, el predictor principal de en qué lugar se va a presentar el ébola es el índice de vegetación.

La masa vegetal “puede influir en toda una serie de especies”, argumenta. Aunque en el modelo estaban incluidos los murciélagos, “en el perfil dominaba la vegetación”. En otras palabras: en las zonas que han experimentado un episodio de desbordamiento, existe un patrón crítico de cobertura vegetal que promete ser de gran ayuda para identificar en qué lugares puede existir el riesgo de que aparezca el ébola en el futuro.

Ahora bien, aunque la cartografía ecológica del nicho de origen puede ser útil para predecir desbordamientos, todavía hay otro escondite menos explorado a tener en cuenta: la gente.

El ébola tiene una capacidad increíble de adueñarse de los fluidos corporales de los hombres que han sobrevivido a la enfermedad incluso mucho después de que se hayan curado. De hecho, un estudio descubrió que más de la mitad de los hombres que sobrevivieron a la epidemia de África occidental daban positivo por ébola en el semen un año o más después de su recuperación. En un caso, el análisis arrojó un resultado positivo nada menos que 565 días después de la curación. Debido al riesgo de que se propague la enfermedad, se recomienda a los supervivientes que eviten tener relaciones sexuales sin protección hasta que su semen haya dado dos veces resultados negativos a la presencia del virus.

A pesar de ello, Pigott piensa que vale la pena no perder de vista que, históricamente, la mayoría de los brotes han ido acompañados por referencias al contacto entre seres humanos y animales. Uno de los próximos pasos de la cartografía es introducir datos procedentes de nuevos brotes a fin de definir con exactitud qué clase de interacción entre seres humanos y animales favorece la transmisión. “Disponer de más información será útil para determinar qué provoca en realidad el desbordamiento”, concluye el científico. La deforestación puede ser uno de los culpables.

“La otra gran incógnita en relación con los futuros brotes es durante cuánto tiempo es viable una ruta de transmisión”, añade. Es difícil incorporar la transmisión a través de los supervivientes a un modelo predictivo por la sencilla razón de que no sabemos cuánto tiempo pueden ser portadores del virus y seguir contagiándolo. Aun así, Pigott –entre otros investigadores– ha utilizado los mapas de los nichos zoonóticos como punto de partida para elaborar un modelo que prediga dónde es más probable que los desbordamientos originen una epidemia.

La posibilidad de que el ébola se transmita entre humanos significa que puede reaparecer sin que se haya producido un episodio de desbordamiento procedente de la selva. Además, implica que no hace falta estar cerca de una zona boscosa para contagiarse. Dada la persistencia del ébola en el semen, ahora tenemos que rastrear a este curioso malhechor por dos vías y buscar ambos patones de aparición en nuestras caóticas secuencias de datos.

En conclusión, para estar preparados para el ébola. tenemos que descubrir cómo se mueve el virus tanto en entornos naturales como urbanos y averiguar cuál es su caldo de cultivo y cómo se desborda, además de seguirle la pista hasta todos los lugares a los que se desplaza cuando no estamos mirando desde la cabecera de la cama del hospital. Tratándose del ébola, las incógnitas son demasiadas como para estar tranquilos.
Fuente: El País

Llegan 4 mil vacunas al Congo para combatir ébola

16 mayo 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy 
Unas 4 mil dosis de una vacuna experimental llegaron hoy a la República Democrática del Congo (RDC) para luchar contra el brote de ébola declarado recientemente en la zona de Bikoro (noroeste), confirmó el Ministerio de Sanidad.

Las autoridades sanitarias de la RDC, con apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lanzarán este fin de semana una campaña específica en Bikoro y Mbandaka, capital de la provincia de Ecuador, donde se detectó el brote, precisó la portavoz del Ministerio de Sanidad del país africano, Jessica Ilunga.

La vacuna sólo se administrará a proveedores de atención médica directamente expuestos a casos confirmados de ébola y a todos aquellos que hayan estado en contacto con casos confirmados”, explicó Ilunga.

Estos productos, enviados por la OMS desde Ginebra, llegaron al Aeropuerto Internacional de Kinshasa y se almacenarán en instalaciones médicas de la capital congoleña hasta su envío a Ecuador.

El Gobierno expresó este martes su preocupación por el calor que azota la zona de Bikoro, pues las vacunas requieren mucho frío para su conservación.

Estamos esperando que los responsables logísticos del Ministerio y la OMS confirmen que todo está en orden para la conservación de las vacunas hasta que lleguen a Bikoro. Este es un verdadero desafío logístico, ya que la cobertura de electricidad en Mbandaka y Bikoro no es estable”, subrayó la citada portavoz.

La OMS ya ha adelantado que pretende instalar esta misma semana un laboratorio ambulante en la zona del foco para poder moverlo por la región en función de las necesidades.

La campaña de vacunación, según la OMS, debe comenzar a finales de esta semana o principios de la próxima, y ya se están habilitando equipos para mantener la cadena de frío, dado que la vacuna debe mantenerse a una temperatura de entre -60 y -80 grados centígrados.

El Gobierno congoleño, que anunció el nuevo brote el pasado día 8, ha autorizado la vacuna, llamada Vsv EBOV y fabricada por la empresa farmacéutica Merck, que aún no tiene licencia oficial, a pesar de que se han efectuado pruebas piloto en Guinea Conakri.

Hasta este martes, en RDC se han contabilizado 41 casos de ébola, de los cuales dos son confirmados en laboratorio, 20 probables y 19 sospechosos, según la OMS.

Se trata del noveno brote de ébola que golpea a la República Democrática del Congo desde que se descubrió el virus en 1976 en este país, cuando entonces se denominaba Zaire.

La enfermedad -que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados- causa hemorragias graves y puede tener una tasa de mortalidad del 90 %.

Sus primeros síntomas son fiebre repentina y alta, debilidad intensa y dolor muscular, de cabeza y de garganta, además de vómitos.

La peor epidemia de ébola conocida se declaró en marzo de 2014, con los primeros casos que se remontan a diciembre de 2013 en Guinea Conakri, desde donde se expandió a Sierra Leona y Liberia. Excélsior

La OMS: ya van 17 muertos por ébola en el Congo: anuncia uso de vacunas

12 mayo 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha viajado este sábado hasta la República Democrática del Congo (RDC) para “evaluar de primera mano las necesidades de la respuesta al ébola” después de que el pasado 8 de mayo este país declarara un brote de dicha enfermedad en la zona de Bikoro, cerca de la frontera con la República Democrática del Congo, que alcanza ya los 34 casos (dos confirmados por pruebas de laboratorio) y 17 muertos. La OMS y la RDC han acordado el envío de vacunas “lo más rápido posible”, según confirmó el propio Ghebreyesus en su cuenta de Twitter.

Pese a que el sistema de Naciones Unidas se prepara para el “peor” escenario posible y a que los nueve países que comparten frontera con la RDC han sido alertados, lo cierto es que la propia OMS califica el riesgo de “moderado”. La rápida respuesta de la comunidad internacional, que apenas unas horas después de la declaración de la enfermedad ya enviaba equipos y material a la zona, contrasta con la lentitud y escasos recursos con que se reaccionó en marzo de 2014 a la declaración de la peor epidemia de ébola de la historia, que tuvo su primer foco en Guinea y que luego se extendió a Liberia, Sierra Leona, Malí y Nigeria y se cobró más de 11.000 vidas.

En esta ocasión, el segundo brote que vive la RDC en apenas un año y el noveno en su historia desde el descubrimiento del virus en 1976, se impone la prudencia para evitar un escenario como aquel. El director de emergencias de la OMS, Peter Salama, anunció desde Ginebra la puesta en marcha de una gran campaña de vacunación para cubrir sobre todo al personal sanitario. “El problema es que ya tenemos tres localidades que reportan casos que cubren hasta 60 kilómetros, quizás más”, aseguró a la agencia Associated Press. “Tenemos tres trabajadores de la salud infectados y uno fallecido, sabemos que ellos pueden ser un factor de amplificación y que el número de casos probables y confirmados es significativo. Estamos muy preocupados”.

Aunque las vacunas aún se encuentran en fase experimental y no existe un gran número de existencias, ya probaron su eficacia en Guinea durante la última fase de la epidemia de 2014-2016. La Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (GAVI) ha prometido financiar esta campaña, para la que el ministro de Sanidad congolés, Oly Ilunga, ha dado confirmación telefónica al propio director general de la OMS. El brote ha tenido lugar en Bikoro, una zona relativamente aislada de la provincia de Equateur y con una deficiente infraestructura a unos 280 kilómetros de la capital del país, otro elemento que se considera positivo para su control.

La lejanía de grandes ciudades del foco principal, la existencia de vacunas, la rápida respuesta internacional a partir de la declaración y la experiencia de la RDC en esta enfermedad, elementos que diferencian por completo a este brote de la epidemia de 2014-2016, que puso en evidencia el débil sistema de respuesta ante emergencias de la OMS y sacudió los cimientos de este organismo internacional, no impiden que se mantenga una cautela extrema.

Si bien no se ha producido ningún cierre de fronteras como sí ocurrió en África occidental en 2014, lo cierto es que varios países han adoptado las primeras medidas para tratar de impedir una extensión del brote. Así, Kenia ha reforzado los controles en aeropuertos y otros puntos de entrada al país, según informa Efe, y Uganda ha anunciado controles sanitarios a los viajeros procedentes de la RDC que presenten síntomas de la enfermedad, sobre todo fiebre.

Es llamativo que este brote de ébola, un virus de elevada letalidad presente en varios países de África central y occidental, que se contagia de animales a seres humanos y luego entre estos por contacto con los fluidos corporales, pudo haber comenzado meses atrás. Esta semana, el portavoz de la OMS en Kinshasa, Eugene Kabambi, aseguró que comenzaron a detectarse casos sospechosos en esta misma zona en diciembre de 2017 y que las primeras muertes tuvieron lugar en enero pasado, “aunque aún no se ha establecido la relación entre los fallecimientos y la epidemia”.

El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Marck Lowcock, ha puesto el acento en la importancia de esta “respuesta temprana coordinada” y ha anunciado la donación de dos millones de dólares para sufragar las primeras necesidades humanitarias, informa Europa Press. El dinero irá a parar tanto a agencias de Naciones Unidas como a organizaciones no gubernamentales para la puesta en marcha de actividades urgentes como el tratamiento, la vigilancia de las comunidades afectadas, el entierro “seguro y digno” de los fallecidos y las tareas de sensibilización.

Fuente: El país 

OMS ante el "peor de los escenarios" por nuevo brote de ébola en Congo

11 mayo 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha afirmado que se está preparando para "el peor de los escenarios" tras registrarse nuevos casos de ébola en dos ciudades de la República Democrática del Congo.
Las autoridades sanitarias del país han diagnosticado la mortífera fiebre en 11 pacientes, mientras está por determinar si el mismo virus fue el causante de 17 muertes recientes.
Hasta el momento, siete personas con esa fiebre hemorrágica han sido hospitalizadas en la ciudad de Bikoro. Otros cuatro nuevos casos de contagio y una muerte confirmada a causa de esta enfermedad se han producido en la localidad de Ikoko Impenge.
La epidemia anterior tuvo lugar en Sierra Leona, Liberia, Guinea y algunas regiones de los países colindantes, entre los años 2014 y 2016, y cobró la vida de más de 11.000 personas.

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