Taxistas de diversos sindicatos acudieron ayer miércoles al Auditorio Municipal de Valladolid para someterse a la prueba del antidoping que realiza la Dirección de Transporte del gobierno del Estado, sin embargo, comentaron que “hay compañeros que usan drogas o incluso ni vienen a hacerse las pruebas, pero nadie les dice nada”.
Lo anterior ocurrió durante el banderazo de inicio a la verificación constante a taxistas, el cual estuvo a cargo de Santiago Marfil Herrera, jefe de Capacitación de la Dirección de Transporte del gobierno del Estado, y Didia Mendoza Arzápalo, secretaria de la Comuna.
Como parte de la verificación se instalarán retenes para verificar que los transportistas tengan en orden su documentación, como tenencia al día, póliza de seguro, extintor, botiquín de primeros auxilios, llanta de refacción, herramientas, gato hidráulico y copia de los resultados de su prueba antidoping, entre otras cosas.
Consumen drogas
Sin embargo, según dijeron algunos taxistas, al menos un 20% de los choferes de todas las agrupaciones de esta ciudad y municipios cercanos consumen algún tipo de droga, pero se las ingenian para no ser detectados durante los análisis clínicos.
Los taxistas explicaron que cuando alguien consume algún tipo de droga tarda aproximadamente un mes para que el rastro desaparezca de la sangre, por lo tanto, si alguien es adicto no debería pasar la prueba.
Añadieron que algunos de sus compañeros hacen trampa porque los encargados de la prueba les dan un frasco para que orinen en él y después puedan realizar los estudios correspondientes en un laboratorio, pero muchos llevan muestras de orina en bolsas de plástico y cuando pasan al baño sólo las colocan en los recipientes.
“Es obvio que un adicto no dejará de consumir drogas durante un mes para no ser detectados en las pruebas, pero de alguna manera se las ingenian para que los dejen seguir trabajando. Es probable que los sindicatos y la Dirección de Transporte estén involucradas en corrupción para permitir que esto ocurra”, comentó uno de los taxistas tras entregar su muestra de orina.
Las pruebas son realizadas por la Clínica Laboral Peninsular y cada taxista debe pagar $200 por ella.
Llamó la atención que ayer un inspector entraba a los baños para verificar que los transportistas orinaran en el recipiente que les daban y así evitar las trampas.
Según dijo el inspector, quien pidió no se publique su nombre, cuando realizan pruebas a él le han ofrecido dinero cuando supervisa en los baños para que deje que los transportistas entreguen la muestra que llevan consigo, pero que se ha negado y los denuncia.
“En esos casos no les otorgamos la prueba e informamos al sindicato correspondiente para que tomen las medidas pertinentes”, detalló el inspector.
Ayer se observó que la mayoría de los numerosos taxistas que acudieron al Auditorio Municipal eran foráneos. Las pruebas terminan hoy jueves.