Con 36 años de edad, Faustina Catzín Cano borda hipiles y cultiva hortalizas para sostener a sus cinco hijos.
Es el único pilar de la familia, pues su esposo viajó hace algún tiempo aEstados Unidos, como indocumentado, y no se tienen noticias de él. Justina Canul Yah es también madre de familia, pero, a diferencia de Faustina, tiene elapoyo de su esposo, quien combina la agricultura con la carpintería para obtener recursos económicos. Su hermano Ermilo también trabaja en el campo y ha podido levantar una casa de mampostería gracias a sus conocimientos de sastrería, actividad que le reditúa ganancias extra en ciertas temporadas, como el inicio de cada ciclo escolar.Nemencio Cano Yah, de 86 años, ya no puede trabajar en la milpa, pero se mantiene activo en su modesta casa desgranando mazorcas. Conserva muchos recuerdos y, como ex presidente municipal de principios de la década de los 60, conoce ampliamente la evolución política de su pueblo.
Son cuatro casos que tienen algo en común: se trata de vecinos de Tahdziú, considerada la comunidad con mayor grado de marginación en Yucatán, y todos hablan en lengua maya.
Tahdziú es sólo un ejemplo de la situación en que viven los mayas de hoy, en medio de pobreza pero con mucha fuerza de espíritu y capacidad de adaptación a los tiempos.El municipio tiene 4,447 habitantes, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010. Ese número equivale a sólo un sector -de poco menos de mil casas si se consideran cinco habitantes por vivienda- del fraccionamiento Juan Pablo II en Mérida.
El 79 por ciento de sus habitantes sólo habla maya y se calcula que el 11% de su población masculina ha emigrado a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.
Tahdziú es poseedor de una estadística que ninguna población quisiera tener: el 79 por ciento de sus adultos mayores de 60 años no sabe leer ni escribir, lo cual muestra que en el pasado había peores condiciones de marginación en el municipio.
Esta comunidad se ubica en el sur del Estado y ocupa una superficie de 53.65 kilómetros cuadrados. Limita al norte con Yaxcabá, al sur y al este con Peto, y al oeste con Chacsinkín.
En los registros oficiales tiene una comisaría, Timul, pero históricamente esta localidad ha recibido apoyo y servicios del Ayuntamiento de Peto, que también cobra los impuestos de los habitantes.
Un aspecto importante en la lucha de Tahdziú contra la marginación es el educativo, pues a la fecha tiene escuelas de preescolar, primaria y secundaria. Los jóvenes que desean estudiar la preparatoria u otro nivel superior se tienen que trasladar a Peto.
La mayor parte de sus habitantes tiene en el campo su mayor fuente de subsistencia. La emigración es considerada de nivel medio y ocurre principalmente a Estados Unidos, como ya indicamos, y la Riviera Maya, en Quintana Roo.
Con el propósito de conocer más sobre la situación en que viven las comunidades indígenas de Yucatán en "el año de la cultura maya", Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia, organizó recorridos en localidades representativas del interior del Estado como parte de un programa que incluye entrevistas con profesionales y datos estadísticos e históricos.
El primer punto de los recorridos es Tahdziú, un municipio gobernado actualmente por un alcalde del PRD, Abraham Aké Uc, después de largo dominio priista.
Con el apoyo de Miguel Zozaya, colaborador de la radiodifusora XEPET, "La voz de los mayas", nos adentramos en la población para conocer sus condiciones. En otros lugares de esta página ofrecemos detalles del recorrido, que también están disponibles en Megamedia Televisión, con acceso en yucatan.com.mx
En próximas entregas abordaremos otros aspectos de la vida de los mayas de hoy.
Faustina Catzín frente a la batea, su compañera diaria. La acompañan tres de sus cinco hijos, quienes bromean al ver la cámara de Megamedia
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Sin dejar de lavar en la batea, Faustina Catzín Cano recibe a los reporteros con una sonrisa que no pierde en ningún momento. Incluso, la contagia.
En lengua maya, frente a la mirada atenta y curiosa de sus cinco hijos, relata que se dedica al bordado de punto de cruz en hipiles y al cultivo de hortalizas para alimentar a su familia.
Para nada sale de la población. Allí mismo desplaza los hipiles, que elabora bajo pedido, y la cosecha del huerto en que ha convertido parte de su amplio patio.
Su esposo viajó hace varios meses a Estados Unidos, para tratar de conseguir empleo. A la fecha nada sabe de él y, obligada por las circunstancias, tiene que trabajar todo el día para sostener a cinco hijos, de los cuales cuatro son niñas.
Con excepción de la menor, una bebé, todos sus hijos van a la escuela. Ante la falta de recursos, el frijol es un alimento muy frecuente en su hogar.
Faustina explica que no recibe ningún tipo de apoyo del gobierno, "ni siquiera de Oportunidades", y deplora que el actual alcalde, de filiación perredista, sólo entregue ayuda a sus seguidores.
Al frente tiene una vivienda construida mediante el Fonden, durante el sexenio anterior, cuando un huracán causo grandes daños en Tahdziú.
A cierta distancia vive Nemencio Cano Yah, quien, mostrando privilegiada memoria, relata anécdotas del municipio y de su paso por la presidencia municipal, en 1962, cuando manejaba un presupuesto mensual de $48.50.
"Eran nada más 48.50 pesos al mes. Cobrábamos en (la oficina de) Hacienda de Peto", explica. "Una vez que viajé a Mérida, para una junta de presidentes, tomé las cervezas y cuando quería pagar los amigos me dijeron: No, don Nemencio, ¿cómo va a pagar usted si no tiene dinero?".
El ex alcalde se atribuye las gestiones para la construcción del camino Tahdziú-Peto -"lo ofrecí en la campaña"- y dice que el secreto para salir adelante siempre en sus gestiones fue el buen carácter: "Es que soy muy conversador, con cualquiera, es mi estilo".
A punto de salir de la población los periodistas se encontraron con varios integrantes de la familia Uc Medina en su casa levantada sobre grandes capas de piedra, que forman un cerro de regular altura.
La familia tiene ingresos mediante las actividades agrícolas, con los varones, y el bordado de punto de cruz en hipiles, con las mujeres.
Un detalle sobresale en esta comunidad: aun en medio de la pobreza los vecinos viven contentos
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