La SSP vigiló casillas de Maxcanú, donde hubo no incidentes graves
Como estaba previsto, la jornada electoral en Maxcanú y Halachó fue copiosa, y mucho antes de que abrieran las casillas la gente ya estaba formada para sufragar.
En la casilla 239, instalada en la escuela José María Iturralde, gente identificada con el PRI hizo fila, la intención era asegurarse un lugar como funcionario de casilla en dado caso de que no llegaran los titulares, lo que motivó que representantes del PAN hicieran lo mismo.
Del mismo modo, grupos de choque, identificados con el candidato priísta Camilo May Cauich, esposo de la actual alcaldesa, hicieron rondines por varias calles.
No faltaron los enfrentamiento verbales entre simpatizantes de diferentes partidos, así fueran familiares.
“Yo ya lo viví”, dice Mirna Marlene Huchim Couoh, al hablar de las personas que se apasionan, y es que el sábado se enfrentó con una vecina. “Eso está mal, mucha gente se apasiona y te agrede”.
Desde que empezaron las campañas, la población se dividió en dos: los que apoyan al PRI y los que apoyan al PAN, aunque no necesariamente sean panistas.
“Lo que queremos es que esa familia se salga del ayuntamiento”, dice Mirna tras remarcar los 15 años que tanto Camilo May Cauich como su esposa Marlén Catzín han gobernado en Maxcanú.
“Sólo quieren seguir robando al pueblo, cuando empezaron no tenían nada, se dedicaban a vender huevo y francés casa por casa, ahora tienen más de 20 propiedades, negocios y ganados”, dijo Fabián May al señalar una de las mantas que financió un ex candidato par poner en evidencia a May Cauich.
Los ánimos estaban caldeados y no faltaba día en que no hubiera conato de enfrentamientos y reclamaciones por presunta entrega de dinero, despensas, carne y láminas de cartón. Las acusaciones estuvieron a la orden del día, y se pensó que la jornada sería tensa, al grado que agentes de la Secretaría de Seguridad Pública hicieron rondines por todas las casillas.
Sin embargo, la jornada transcurrió en calma, a pesar de que los grupos de choque daban vueltas por todos los barrios a bordo de camionetas en la que viajaban incluso menores de edad y de los contratiempos surgidos por la tardía apertura de las casillas.
En Halachó la jornada fue similar, a los enfrentamientos verbales y físicos que sucedieron en San Antonio Sihó y la misma cabecera municipal, le siguió una jornada de calma. “Todo está tranquilo y que gane el que deba de ganar”, dijo Aurelio May.
La participación no mermó y aún minutos antes de que se cierren las casillas todavía había gente en la fila, para entonces otros grupo de personas empezaba a apostarse alrededor del Palacio Municipal en espera de los resultados.- Iván Canul Ek
En síntesis
Prevalece la prudencia. La jornada electoral en San Antonio Sihó, en Halachó, donde el jueves hubo hechos violentos, se desarrolló en calma, la gente no quiso recordar el incidente y se limitó a cumplir con su deber en el interior de la escuela Venustiano Carranza donde se instalaron las casillas.
Retraso. Las casillas se instalaron después de las 9 de la mañana, lo que generó cierto malestar entre la gente que antes de las 8 horas ya se había empezado a formar. La misma situación ocurrió en la cabecera municipal de Halachó donde la gente se quejaba por la tardanza de los funcionarios municipales tanto del IFE como del Ipepac para abrir las casillas.
Maxcanú. La tardía apertura de casillas también se vivió en Maxcanú donde la participación ciudadana fue copiosa.
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