Noticias de Yucatán.
Ruba Bibi, nacida y criada en Bradford, Reino Unido, se casó con su primoSaquib Mehmood, de Pakistán, cuando tenía 17 años.
Tan sólo había visitado Pakistán 2 veces en su vida, y realmente no conocía al hombre con el que estaba comprometida. Nunca habían pasado tiempo a solas y le llevaba 10 años, pero sus padres ya habían hecho los arreglos necesarios para que la boda se llevara a acabo.
"Estaba muy nerviosa porque realmente no lo conocía [...] Era muy tímida, no podía hablar mucho y nunca había tenido ningún interés en los chicos ni nada por el estilo. Tenía miedo y les rogué a mis padres que retrasaran las cosas para que me permitiera terminar la escuela, pero no pudieron".
Tan sólo 3 meses después, Ruba quedó embarazada, y a los 2 meses regresó al Reino Unido.
Hassan fue el primero de los 3 hijos que tendría la pareja. Nació en 2007 y todo parecía ir bien, sólo que el bebé dormía mucho y tenía problemas para alimentarse.
"Simplemente pensé que era normal" Ruba.
Semanas después, Ruba llevó a Hassan con su médico de cabecera y éste notó que su cadera parecía rígida. Después de algunas pruebas y estudios, el doctor tenía malas noticias.
"Cuando entré, el médico me dijo que tenía muy malas noticias. Me dio un folleto y me dijo que tenía esta anomalía congénita, que es muy rara . No podía dejar de llorar. Regresé a casa y llamé a mi esposo en Pakistán, que trató de calmarme. Me dijo que lo superaríamos juntos".
Ni Ruba ni Saquib sabían que eran portadores de un gen recesivo de las células I, el cual impide a un niño crecer y desarrollarse adecuadamente. Después de crecer lentamente, acudir con frecuencia al médico a causa de infecciones en el pecho y comenzar a ver su cabeza crecer de manera desproporcionada, Hassan falleció el el 5 de agosto de 2012.
En 2010, la pareja concibió a otro bebé. Alishbah lamentablemente también heredó la misma anomalía congénita y murió a la edad de 3 años, casi un año después que su hermano mayor.
Antes de quedar embarazada por tercera vez, Ruba decidió consultar con Mufti Zubair Butt, capellán musulmán de un hospital en Leeds, Reino Unido. En caso de que el examen prenatal confirmara que el bebé también desarrollaría la enfermedad, ella quería saber lo que su religión opinaba sobre el aborto.
Mufti le explicó que en dicho caso el aborto sería aceptable, sin embargo era muy probable que las personas de su comunidad no la vieran con buenos ojos, además de que "Superar eso, a nivel personal, también es un gran desafío".
Por lo tanto, Ruba decidió que no hacerlo y en 2015, quedó embarazada de su tercera hija, Inara. Rechazó los exámenes médicos y pidió que se tratara como un embarazo normal.
"No quería que me hicieran dudar. No iba a abortar, así que quería disfrutar del embarazo ".
Inara nació el mismo año y también con el trastorno genético.
"Me sentí realmente feliz de haber tenido un bebé, pero cuando la vimos, lo supimos de inmediato [...] Estaba triste y molesta porque pasamos por todo el embarazo y realmente queríamos tener un bebé sano. No sabía todo el dolor que me esperaba, pero mi esposo estaba feliz. Dijo: 'Solo sé agradecida".
Inara falleció el 6 de diciembre de 2017, a los 2 años, a causa de una infección en el pecho.
Después de la muerte de su pequeña, Ruba se planteó la posibilidad de que perder a sus 3 hijos y sufrir de 6 abortos involuntarios, podría ser a causa del matrimonio con su primo.
De acuerdo con un estudio realizado en 2013 en Bradford, sobre el matrimonio entre primos, el 63% de las madres paquistaníes que participaron tenían el doble de riesgo de parir a un bebé con una anomalía congénita.
Algunos familiares de Ruba y Saquib, consideraron que el matrimonio debería terminar, puesto que era muy poco probable que ambos tuviera un hijo sano juntos, sin embargo, ninguno de ellos estuvo de acuerdo.
" Nuestros familiares quieren que nos divorciemos para que yo pueda tener niños sanos con otra persona y él también. Pero, ¿si tengo niños sanos con alguien, pero no me hace sentir como él? Puede que tenga hijos pero no un matrimonio feliz".
Soluciones
Se cree que una posibilidad para tener hijos sanos sería a través de la fecundación in vitro, ya que de esta forma los médicos podrían analizar los embriones y seleccionar uno para implantarlo en el útero de Ruba, pero Saquib no está de acuerdo.
"Simplemente dice que todo lo que Alá nos envié es el destino. Si estamos destinados a tener un hijo sano, podemos tenerlo en cualquier circunstancia".
Después de esta experiencia, los familiares de ambos ahora rechazan el matrimonio entre primos y a Ruba no le queda más que encontrar consuelo en su religión.
"Nunca pensábamos en los riesgos. Hasta lo que me pasó, nadie pensaba que estaba mal casarse en la familia [...] En esta vida, soy la persona más desafortunada, pero en la próxima vida seré la más afortunada porque fueron niños inocentes. Y esos niños te ayudarán en la próxima vida, porque estarás con ellos".