En los próximos días Guerrero, cmo en todo el país, se entrará a una situación “crítica” por el aumento de contagios, fallecimientos y ocupación hospitalaria por Covid-19, advirtió ayer el secretario de Salud de esa entidad, Carlos de la Peña Pintos.
“Ya comenzamos a pagar la factura de lo que vivimos durante diciembre”, comentó de la Peña Pintos.
Asimismo, el secretario de Salud explicó que la ocupación hospitalaria en los primeros días de enero aumentó 20%, con relación a diciembre.
Además, indicó, desde septiembre la ocupación hospitalaria se había mantenido en 25%; sin embargo, dijo, en enero aumentó a 45%.
De la Peña Pintos también comentó que en los primeros 10 días de enero han fallecido 139 personas por Covid-19, lo que significa que en promedio hay 15 muertes por día.
Este domingo, en Guerrero se registraron 168 contagios por Covid-19 y 19 fallecimientos.
En el periodo vacacional que acaba de concluir, el gobernador, Héctor Astudillo Flores, decretó que los municipios de Acapulco, Chilpancingo y Zihuatanejo pasaran al color amarillo en el semáforo epidemiológico, para que pudieran aumentar el aforo a 70% en restaurantes y hoteles.
Durante el periodo vacacional, a Guerrero llegaron alrededor de 600 mil turistas.
El paso al amarillo, se dio pese a que en la Ciudad de México, el Estado de México, Puebla y Morelos retrocedieron al rojo por el aumento de casos y el incremento en la ocupación hospitalaria.
De estos cuatro estados es de donde provienen la mayoría de los turistas que visitan Guerrero. Sin embargo, el nivel más alto en la ocupación hotelera fue de 50%, que representó la visita de 600 mil turistas durante toda la temporada vacacional.
En ese sentido, el secretario pidió a los prestadores de servicios que atendieron a los turistas tomar todas la medidas sanitarias para impedir la reproducción de los contagios de coronavirus.
No obstante, pese a los aumentos de casos y fallecimientos, en las principales ciudades del estado no se reduce la movilidad ni se respetan las medidas sanitarias.
Por ejemplo, en Acapulco, la madrugada del domingo el gobierno municipal clausuró un bar, un restaurante y un salón de fiestas, por incumplir con las medidas sanitarias.