El general Claudio Edmundo Huizar de la Torre, recién designado comandante del mando especial Texcaltitlán, en Estado de México, es un mando con amplia experiencia de tropa que lo mismo fue jefe de instrucción en la Escuela de Guerra del ejército de Chile, que comandante del 94 batallón de infantería durante el “culiacanazo”.
Graduado del Colegio Militar en marzo de 1992, Huizar recibió la encomienda de devolver la paz a la región sur del Estado de México, una promesa que hicieron en diciembre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de la Defensa, Cresensio Sandoval, tras el choque entre pobladores de la comunidad de Texcapilla y extorsionadores de la Familia Michoacana en el que murieron 14 personas.
Huizar fungía como comandante del 94 batallón de infantería en Culiacán cuando agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) trataron de detener a Ovidio Guzmán, uno de los hijos de “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa el 17 de octubre de 2019 y fue investigado como parte de la indagatoria que hizo la subprocuraduría especializada de investigaciones en delincuencia organizada (SEIDO) de la fiscalía General de la República para conocer cuál fue su desempeño en ese fiasco.
En un documento que se encuentra entre los miles de archivos obtenidos por el hackeo del colectivo Guacamaya a los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional, se detalla que Huizar fue advertido que personal a su mando tendría que salir a brindar apoyo perimetral durante el operativo para la captura de Ovidio.
En la carpeta de investigación FED-UEITA-SIN/0000822/2020 se indica que el militar estableció que saldrían a la operación a las 2.40 de la tarde, aunque desde las 2.25 el personal de la FGR ya había llegado a una casa del fraccionamiento Tres Ríos donde se encontraba Guzmán.
Un cronograma muestra la hora en que se registraron las agresiones al personal encargado de la captura, el momento en que Guzmán se rindió y los diferentes ataques que no fueron previstos, y menos neutralizados, por las fuerzas de seguridad.
El documento muestra que los encargados de la operación no calcularon la magnitud de la respuesta del crimen organizado, ya que el convoy en el que viajaba Huizar de la Torre fue atacado por personas que viajaban en tres camionetas a las 3.03 cuando ni siquiera habían llegado al sitio en que se encontraba el objetivo.
Quienes acudieron a rescatar al hijo del Chapo Guzmán también sorprendieron al personal al mando de Huizar que llegó a la caseta de cobro del poblado Costa Rica, desarmaron a los soldados, robaron dos vehículos militares y tomaron como rehenes a seis uniformados.
Temporalmente, el general despachará en el campo militar de Tejupilco en tanto se construye el cuartel en Texcaltitlán; autoridades estatales informaron a los militares del 90 batallón de infantería que se encuentra en ese sitio de la manera de operar de La Familia pero nunca hubo una intervención de los soldados en contra de ese grupo criminal.